18/09/2022
“Anunciar a Jesucristo”: ¿cómo te suena?… Dime la verdad, ¿te suena bien, te suena fuerte, ya sabido, te da lo mismo?… Hasta no hace mucho se decía que eso era cosa de curas y monjas, y de los misioneros que estaban en países lejanos. Hoy tenemos más claro que España es un país de misión y que ”Anunciar a Jesucristo” es responsabilidad de todos los que nos reconocemos cristianos. Pero tenerlo más claro no significa que seamos más consecuentes.
“Anunciar a Jesucristo” es el lema de la Semana diocesana de Pastoral, que se celebra desde este lunes 19 hasta el domingo 25. Con un programa bien pensado, que por las tardes nos llevará a mirar con los ojos de Jesús el pasado, presente y futuro de nuestra Diócesis de Salamanca. Y que nos congregará a todos en la misa final de envío misionero, presidida por nuestro obispo en la Catedral en la mañana del sábado 24. ¡Allí nos veremos!
El de este año es un lema que habla por sí mismo, sobre todo si lo pronuncias como exclamación: “¡Anunciar a Jesucristo!”… Es un anhelo, un deseo, una llamada, un imperativo, un desafío… Es el origen de lo que somos como Iglesia, nacida de la predicación y misión apostólica. “¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!”, decía San Pablo… Y a la vez, es el núcleo y horizonte de nuestro ser discípulos misioneros. “¡Anunciad el Evangelio a toda la creación!”, nos encarga Jesús antes de volver al Padre.
Anunciamos a Jesús cuando pronunciamos palabras como las suyas: palabras de vida y bienaventuranza, de perdón y sanación, de denuncia y profecía, de acción de gracias al Padre por su presencia en todos y en todo y porque lo esencial lo revela a los sencillos. Y lo anunciamos cuando son nuestra vida y obras las que hablan de Él: cuando hacemos nuestra su actitud orante y compasiva, cuando encarnamos sus gestos de cercanía y abajamiento, de fraternidad y servicio, de solidaridad con los pobres y de pasión por el Reino.
La Semana diocesana de Pastoral pretende que hagamos nuestro y actual este lema, y que lo transformemos a lo largo de este curso en un grito, una proclamación y una provocación… Y es que hay lemas para la galería, para lucirse o salir del paso; y hay lemas que son para el corazón, para hacerlos misión y vida. Así es el de este año. Por eso, para ser consecuentes, te invito a que lo expresemos como pregunta personal: ¿Yo, anuncio a Jesús?
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