20/08/2019
En María Auxiliadora en la tarde de ayer se rezó por los cristianos de China, de Irak, Siria, India o Pakistan, por las mujeres secuestradas en África, por los misioneros y en general, por todos los cristianos perseguidos a causa de su fe en el mundo. Ayuda a la Iglesia Necesitada organizó un via matris dentro de su semana de oración dedicada a la población perseguida por su creencia religiosa.
El responsable de esta fundación en Salamanca, Ignacio Manzano, recordó que la persecución por su creencia religiosa la sufre “un 61% de la población”, y ha organizado esta iniciativa con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión y las Creencias, el 22 de agosto.
Durante toda la semana estará presente en cada acto una cruz profanada en una iglesia siro-católica de la llanura de Nínive, en Irak, “donde los terroristas, además de matar personas también se dedican a destruir iconos y todo lo que representa la fe de los cristianos”, subraya Manzano.
En el via matris de ayer, el sacerdote llevó en procesión la cruz profanada para entronizarla y así presidir el rezo de las estaciones. Y entre las peticiones a la Virgen María, dentro de su camino de dolor y fe, está el que mire con amor “a nuestros hermanos que se ven oblgiados a salir de sus casas, a huir de su tierra, intercede por ellos ante su hijo Jesucristo y pide a San José que les acopañe”.
En cada estación del via matris se fue rezando por los cristianos perseguidos en diferentes países del mundo, así como en las eucaristías que tuvieron esa tarde en el templo. Antes de concluir, rezaron el himno de María Auxiladora. Todos los acudieron a este acto religioso pudieron besar la cruz profanada.
Los actos continuan este martes, a las 20:30 horas en la iglesia de San Juan de Sahagún, con un via lucis, así como una vigilia de oración, el miércoles, 21 de agosto, en La Purísima, a las 22:00 horas. Por último, el jueves, 22 de agosto, se celebrará una eucaristía a las 12:00 horas en la Catedral Nueva presidida por el vicargio general de la Diócesis de Salamanca, Florentino Gutiérrez.
Ayuda a la Iglesia Necesitada es una fundación que tiene 72 años y que fue creada por un sacerdote para ayudar a los sacerdotes y cristianos que estaban en los campos de concentración a finales de la segunda guerra mundial, como describe Ignacio Manzano, “y nunca se iba a imaginar que en pleno siglo XXI es cuando más crímines y martires hay en el mundo”. Además, reiteró que el Papa siempre “nos anima a orar por ellos, por los perseguidos”.