30/03/2020
Activar la Pastoral Bautismal es una de las prioridades del actual curso diocesano. El camino estaba iniciado desde antes, con alguna experiencia en las parroquias de Villamayor y las del Centro Histórico de Salamanca. La publicación de “¿Quién es la fuente de la vida?”, una carpeta con material didáctico para esta etapa de 0 a 6 años y editada por la Delegación diocesana de Catequesis, Primer Anuncio y Catecumenado de Adultos, ha supuesto un impulso para desarrollar esta iniciativa pastoral en la Diócesis de Salamanca.
Cabe recordar que la renovación de la catequesis de iniciación cristiana es una propuesta de la Asamblea Diocesana, y desde esta delegación se ha trabajado sobre ello en equipo, con la coordinación de su delegado, José Ángel Ávila. Para ponerlo en marcha se han creado equipos bautismales en las parroquias -todavía no existen en todas-, y por ese motivo, el pasado 22 de febrero se celebró un encuentro con los ya existentes. En él compartieron su testimonio un total de ocho equipos bautismales de las parroquias de la Unidad Pastoral Centro-Histórico, Cristo Rey, Milagro de San José, Santa Marta de Tormes, Peñaranda de Bracamonte, Villamayor de Armuña, y de las unidades pastorales Cristo Luz de los Pueblos y San Mateo- La Anunciación.
Tras la reunión mantenida con ellos, el vicario de Pastoral, Policarpo Díaz, confirma que han compartido “qué hacemos, cómo trabajamos, qué recepción hacemos de la carpeta y cómo seguir caminando y profundizando”.
Al escuchar los testimonios de los equipos ya existentes también han podido conocer las dificultades y los desafíos, “los retos y las luces que nos hemos dado unos a otros”.
Además, anunció la convocatoria de un gran encuentro diocesano para dar a conocer los equipos bautismales, “para ver cómo podemos hacer en donde no hay equipos que broten, y donde hay, que se consoliden”. Este encuentro estaba previsto que se celebrara el 21 de marzo, pero ha tenido que ser aplazado por el estado de alarma ante el coronavirus.
Por su parte, el delegado de Catequesis, José Á. Ávila, insistió en que esta nueva apuesta de la diócesis, “trata de renovar la iniciación cristiana desde la Asamblea y gracias a los Jueves de Iniciación Cristiana, que eran unos espacios de reflexión sobre cómo estábamos trabajando la catequesis”. Y como aclara, a partir de esos espacios se propuso empezar a trabajar las distintas etapas de la iniciación cristiana, y se empezó por la de 0 a 6 años, “porque consideramos que debemos de ir a la fuente, que es el Bautismo”. Un aspecto positivo que resalta de la propuesta es que de este modo, “se evangelizará a las familias que vienen a pedir el Bautismo para sus hijos”, e insiste que es una oportunidad única “de poder llegar a los matrimonios que están alejados de la Iglesia y de que alguna manera están volviendo a la fe, no son indiferentes”. El objetivo del próximo encuentro como subraya Ávila, “es transmitir la esperanza de que es posible llevar a cabo esto, porque hay pequeños equipos haciendo este trabajo, con tareas sencillas, y están respondiendo los padres”.
La parroquia de Villamayor fue una de las pioneras en implantar los equipos bautismales en la diócesis. El equipo está formado por dos matrimonios, Rosa y Joaquín, y José Miguel e Inmaculada. El principal objetivo, como ellos mismos relatan, “es que se sientan acogidos”. Ellos son conscientes de que hay muchas razones para pedir el Bautismo de sus hijos, “alguno es por tradición, y no saben a lo que vienen”. En cada encuentro suelen reunir a unas cinco o seis parejas.
La novedad este año será el seguimiento a las familias que bautizaron a sus hijos el curso pasado: “Tendremos un encuentro con ellas, con iniciativas nuevas como la de ofrecer a los niños a la Virgen de los Remedios, patrona de Villamayor”. Dentro de todo este proceso, aclaran que a los padres se les explica el significado del Bautismo, cada rito del mismo, “o que entiendan que este gesto les compromete a educar a sus hijos en la fe”.
La base de todo aquello que aplican está en la carpeta publicada por la Delegación de Catequesis, “¿Quién es la fuente de la vida?”, pero en Villamayor están probando la experiencia de los “Talleres de Nazaret”, que como detalla Rosa, “son una serie de fichas que llegan directamente al correo de los padres después del Bautismo, para facilitar el seguimiento”. El paso a seguir es que se den de alta al programa y cada mes les llegará una ficha para trabajar. “Se lo vamos a ofrecer a las parejas, y antes lo estamos probando nosotros, nos lo ofrecieron y nos gustó”, subrayan.
Este equipo bautismal es consciente del cambio de modelo de las familias, “pero tenemos que mantener una actitud abierta y diocesana”. En este sentido, el vicario de Pastoral, Policarpo Díaz, añadió durante esta reflexión que es necesaria la acogida en la Iglesia, “sin juzgar las condiciones”.
El esquema de la Unidad Centro-Histórico es similar al que se sigue en Villamayor. “Intentamos hacer el seguimiento de una manera lúdica, como hicimos con la presentación de los niños a la Virgen, que fue muy bonito”, y siempre muestran interés en conocer sus inquietudes o necesidades. “Algunos tienen familia de referencia, pero otros están solos, y es una etapa en la que se pueden encontrar dificultades”, matizan.
En junio han fijado un día para celebrar una convivencia con todas las parejas (el 12), entre otras iniciativas. En esta Unidad del Centro-Histórico, celebraron el año pasado un total de 77 bautizos, una media de dos días al mes. Desde los equipos son conscientes de las realidades de las familias, “muchos no están casados, ni por lo civil, o incluso tenemos gente que ni siquiera viven en la ciudad, pero lo hacen aquí por tradición o la familia”.
El equipo bautismal de la parroquia de Cristo Rey tiene una amplia experiencia en este caso, como los 35 años dedicados a este proceso de Manuel Díez. “Empezamos con la catequesis en sus casas, luego en el templo, y finalmente, en el centro parroquial”, detalla. El actual equipo está integrado por tres matrimonios, dos jóvenes y Manuel junto a su esposa. “Intentamos que se sientan acogidos con sus circunstancias, con su vida, que no sea una puerta que se cierra, sino que se abre, y ponerles en la verdad”, remarca. Ellos siempre les preguntan por qué vienen a pedir el Bautismo, “y tenemos respuestas de todo tipo”.
En cada sesión no se reúnen con más de tres parejas, “y vamos todo el equipo de bautismo”, y siempre basándose en la carpeta de la Delegación de Catequesis, “es nuestro instrumento laboris”, insiste Díez. A los padres de los bautizados se les recuerda el sentido de dar la buena noticia, “qué es el kerigma, la misión de los padres y de los padrinos”, y siempre están abiertos a lo que necesiten “y que podamos ayudar en la transmisión de la fe”.
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