ACTUALIDAD DIOCESANA

04/03/2020

Un año de vida parroquial

El nuevo centro del municipio ya acoge a más de 30 grupos en unas instalaciones que permiten dinamizar la labor evangelizadora

El 23 de febrero de 2019 abrió sus puertas el nuevo centro parroquial de Peñaranda de Bracamonte. Un espacio muy demandado por su comunidad debido al deterioro de las antiguas instalaciones. El balance es más que positivo, en palabras de su párroco, Lauren Sevillano, y la de los integrantes de algunos de los más de 30 grupos que por allí pasan cada semana.
Este edificio, de 1.300 metros cuadrados, repartido en tres plantas, tuvo una inversión por parte de la Diócesis de Salamanca de 988.000 euros, con una duración de las obras de 15 meses.

Su actividad no solo está enfocada para la comunidad de Peñaranda, sino que también para su Arciprestazgo. El párroco admite que este proyecto fue “un gran regalo de la diócesis”, y su razón de ser se resume en una frase que se puede leer en la entrada: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, porque como Lauren Sevillano indica, “entendemos que venimos del camino, ponemos en valor la verdad del Evangelio, y de nuevo, salimos a la vida”.

Respecto al primer año de andadura del centro, asegura que ha sido “intenso e interesante”, porque como admite, “ha sido un instrumento aglutinador de toda la pastoral parroquial y del arciprestazgo”. El día a día, como él mismo explica, es un centro “vivo”, donde se reúnen en torno a 30 grupos cada semana, desde catequesis, la formación o las tareas sociales.

Para el párroco, el cambio ha sido “muy positivo” respecto al anterior local, “porque aquí podemos aglutinar todos los grupos y la pastoral, es un punto de referencia para vernos, encontrarnos, celebrar la fe, y tener encuentros de la comunidad”. Sevillano añade que es un núcleo que da juego para la evangelización.

Centro de traseúntes

El centro parroquial de Peñaranda diseñó en su proyecto inicial un apartamento en la planta baja destinado a los transeúntes que están de paso por el municipio y necesitan un techo para cobijarse. Su actividad comenzó meses más tarde, el pasado diciembre, y recibió la denominación de centro de acogida Papa Francisco. “Tenemos dos camas y es atendido por un grupo de voluntarios, y desde su apertura, hemos atendido a 15 personas, uno de ellos estuvo una semana porque llegó con gripe y se fue una vez recuperado”, detalló Sevillano.

En cuanto a la realidad pastoral de esta zona, este sacerdote admite que es “muy rica”, porque como argumenta, “hay un estrato religioso que mantiene viva la fe de muchos niños, jóvenes y matrimonios”, y con ellos trabajan con mucha pasión, “porque creo que el futuro nos lo jugamos en la formación, y por eso ponemos el acento en los grupos que buscan conocer mejor a Jesús, para poder explicarlo y darlo a conocer a los demás”.

(Puedes leer el reportaje completo en la edición impresa de Comunidad, la revista oficial de la Diócesis de Salamanca). ¿Quieres suscribirte? lo puedes hacer en este enlace

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