26/05/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Los nuevos cargos de responsabilidad de la Diócesis de Salamanca han tomado posesión este viernes, 26 de mayo, en la capilla mayor de la Casa de la Iglesia. El nombramiento de todos ellos se dio a conocer por parte del obispo el pasado 11 de abril. Mons. José Luis Retana ha reestructurado el Consejo Episcopal, y junto al vicario general, para el que se ha designado a Tomás Durán, incorpora la figura del pro-vicario general, con Antonio Carreras, y de tres delegados episcopales, que serán coordinados por el nuevo vicario de pastoral, Andrés González. En concreto, los sacerdotes, José Ángel Ávila y Javier Alonso, y la hermana Mercedes Bayo, sscc.
La celebración comenzó a las doce del mediodía con el canto del Regina Coeli. Después el secretario gran canciller, Jesús Terradillos, hizo lectura del decreto de nombramientos, donde también se incluyen otros cargos responsables, como la nueva directora del Servicio diocesano de Comunicación Social, María Criado; un nuevo coordinador y responsable de la Delegación diocesana para el Clero, Amable García, y como vice-delegado y encargado de la formación teológica permanente al presbítero, Juan José Calles. En ella continúa también el sacerdote Gonzalo Escamilla, que además entra a formar parte del Consejo Episcopal junto a los vicarios, a los tres delegados episcopales y la directora del Servicio diocesano de comunicación.
Tras una invocación al Espíritu Santo, se ha celebrado en primer lugar la profesión de fe de los tres vicarios, que han realizado juntos, y después, uno a uno, ante el Crucifijo y el Evangelio han efectuado el juramento de fidelidad, que siempre concluye con su mano derecha colocada sobre la biblia: “Que así Dios me ayude y estos santos evangelios que toco con mis manos”.
Después, han hecho su juramento de fidelidad el resto de nombramientos que gobernarán la diócesis junto a su pastor, Mons. José Luis Retana. En primer lugar, los tres nuevos delegados episcopales, para vivir el Misterio y la Comunión, de José Ángel Ávila; para la Evangelización y el Primer Anuncio, Javier Alonso, y para una Iglesia de la Caridad y samaritana, Mercedes Bayo. Los últimos en realizar su juramento de fidelidad han sido los sacerdotes, Amable García, Juan José Calles y Gonzalo Escamilla, y la directora del Servicio diocesano de Comunicación, María Criado.
Una vez finalizados los juramentos, ha tomado la palabra el nuevo vicario general, el sacerdote Tomás Durán, quien agradeció al obispo la confianza depositada en su persona. E invitó a todos los que conforman el Consejo episcopal, “a poner nuestra mirada en Jesús, en su gesto del Lavatorio de los pies (Jn. 13, 1-16)”, porque como ratifica, “allí nos mostró el camino de todo servicio eclesial”.
Bajo su punto de vista, “el Consejo episcopal, con el obispo a la cabeza, hemos de ser los servidores de todos, escuchar a todos, comprender a todos”. Para Durán, el mayor reto de la diócesis es “la evangelización”. Cree que entre las tareas, hay que “descentrarnos de nosotros mismos y poner los ojos en el Señor, como discípulos; y volvernos a la misión en el mundo, como misioneros”.
Y antes de finalizar quiso recordar unas palabras de Santa Bonifacia Rodríguez de Castro: “Anda Jesús buscando quien le ame y les siga”, y a ella encomienda esta tarea, sensiblemente emocionado, pues para el nuevo vicario general, “representa la fe, asociada a la cruz, de los humildes y pequeños del Señor, verdaderos maestros en mi vida”.
Antes de cerrar el acto, intervino el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, que agradeció a los nuevos vicarios que aceptasen esta tarea. “Llegáis a este oficio pastoral al servicio de la diócesis con un conocimiento de la misma y de los sacerdotes que resultará valiosísimo”, apuntó. Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento para los vicarios y cargos salientes.
El prelado recordó en sus palabras que se ha cumplido casi un año y medio desde su llegada, “un tiempo en el que he experimentado vuestra acogida y afecto desde el inicio de mi episcopado, y he procurado trabajar y entregarme a vosotros y al pastoreo de la diócesis, buscando lo mejor para ella y para cada uno, en orden a un seguimiento de Cristo, unidos y en comunión”. Asimismo, reconocía que ha querido comenzar a dar respuestas a los muchos desafíos que tiene la comunidad cristiana diocesana.
Mons. José Luis Retana agradeció y mostró su satisfacción, “por la eficiencia de los servicios que la curia diocesana ofrece al obispo y a la diócesis entera”. Al respecto, dirigiéndose a los que acaban de tomar posesión, que la curia de la que formarán parte, “está constituida por aquellos organismos que colaboran de una manera estable y cercana con el obispo en su misión pastoral de guiar y gobernar a su diócesis“. En su caso, considera que es bonito “concebir” la curia diocesana, “como un pequeño modelo de la Iglesia”.