16/02/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Junto a la estatua de la hija predilecta de Cantalpino, la beata Eusebia Palomino, en su localidad natal, el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, ha recordado el XX aniversario de su beatificación, junto a la madre general de las Hijas de María Auxiliadora, Chiara Cazzuola, que se encuentra estos días en España, visitando los lugares más significativos de esta beata.
Junto a los vecinos de esta localidad salmantina también estaban su alcalde, Manuel Antonio Hierro, y el párroco, Anastasio Fariza. La estatua de Sor Eusebia, de Fernando Mayoral, se erigió junto a su casa familiar, donde nació en 1899. Mons. José Luis Retana felicitó a la orden salesiana y al pueblo de Cantalpino, “por tener entre sus miembros a la beata Sor Eusebia Palomino, que a buen seguro será canonizada por la Iglesia no tardando mucho tiempo“.
El obispo cree que Sor Eusebia, en su sencillez, “nos muestra que todos los bautizados están llamados a la santidad si, como ella entregan la vida al Señor y se dejan guiar por Él”. Y la definió como los santos de la puerta de al lado, “de los que habla el papa Francisco”.
Asimismo, recordó que los santos “son testigos que testifican”, y que aunque la fe se funda en una experiencia personal, “nuestra fe reposa sobre el testimonio de sus testigos, y el papel del testigo no es atraer hacia él, sino conducir hacia Jesús, provocar el encuentro con Aquel que está continuamente pasando por las orillas de nuestra vida”.
El prelado también quiso matizar que los santos no son héroes en el sentido corriente, “tampoco son unos ingenuos, los santos revelan a Dios que siempre es Padre, cuyo rostro no olvidamos nunca“. Mons. José Luis Retana considera que la gloria suprema de un pueblo, “es haber contado con santos”, “nosotros hemos sido testigos de su presencia y toda gracia recibida se convierte en responsabilidad”. Además, matiza que cuando alguien ha convivido con un santo, “no dudará nunca de la verdad del Evangelio ni de la santidad de Dios”. Y antes de terminar, agradeció al Señor el bien que ha supuesto Sor Eusebia para la Iglesia en España, “y en nuestra Diócesis de Salamanca”.
Durante el acto, uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando los vecinos de Cantalpino entonaron la canción dedicada a la beata Eusebia Palomino, compuesta por Armando Moralejo:
Naciste pobre y humilde
y eres grande como el sol. (Bis)
Pues te ganaste la gloria
con tu humildad y candor.
Perla de España, Perla de España
Joya del cielo sin par
No nos niegues tu mirada
Que nos va a hacer llorar.
Tras la visita a Cantalpino y a Salamanca este viernes, la madre general de las Hijas de María Auxiliadora, Chiara Cazzuola, proseguirá su viaje por España. El sábado, 17 de febrero, se dirigirá a Sarriá, en Barcelona, lugar donde Sor Eusebia recibió formación. Posteriormente, el 18 y 19, visitará Valverde del Camino, en Huelva, donde falleció y está enterrada.