17/07/2019
No fue fácil cumplir el sueño de los vecinos de la urbanización de Valdelagua. Ellos querían una iglesia junto a sus casas, ya que el centro parroquial de Santa Marta de Tormes lo tenían lejos. La Diócesis de Salamanca no vio la necesidad de su construcción, aunque sí respaldó el proyecto a la hora de adelantar su financiación. Los vecinos, por el año 1997, unas 100 familias, decidieron que lo pagarían ellos con cuotas mensuales que se han prolongado durante los últimos veinte años. Todo un ejemplo en Salamanca, ya que se trata de la única urbanización con su propia iglesia.
Así cuentan su historia algunos de los integrantes de la comisión que se creó a mediados de la década de los 90 para promover la construcción del templo. Es el caso de Francisco Orejudo o José Jiménez, a los que años más tarde se fueron sumando otros, como Rafael García Vilanova, Emiliano Fernández Vallina, José Domínguez o las hermanas Mercedes y Ángela García, entre otras. “Valdelagua comenzó a construirse en el año 1976, y fue creciendo, sobre todo en la década de los 80”, apuntan. Desde este modo, las misas comenzaron a realizarse en unos locales (ahora de Cruz Roja) que por aquel entonces eran del empresario y promotor de la urbanización, Mariano Rodríguez. “En mayo de 1994 ya registramos la necesidad de un centro parroquial y tuvimos varias asambleas de vecinos para que cediesen un terreno propio, aunque no fue fácil y hubo bastante negativa”, resaltan.
Finalmente, con el compromiso de las aportaciones de los vecinos, lo que ahora se denomina ‘crowdfunding’, la primera piedra se colocó en 1998, con el entonces obispo don Braulio Rodríguez. “La cuota era voluntaria, de unos 30 euros mensuales actuales, al inicio de la obra en pesetas”, aclara este grupo. Durante los últimos 20 años se ha ido pagando a la Diócesis la cantidad adelantada, primero, con el apoyo de unas cien familias que más tarde se fueron reduciendo a 70, aunque también subrayan que se fue sumando más gente nueva que comenzaba su vida en Valdelagua u otras zonas cercanas. “El presupuesto inicial de la obra eran más de 30 millones de pesetas y al final se subió hasta los 60”, concretan.
Además de las cuotas mensuales, algunos vecinos también hicieron donaciones anónimas al proyecto, y ya no solo de dinero, sino también de materiales, desde la redacción del proyecto o algunos muebles. “Pasados unos años tuvimos que cambiar las vidrieras, que las apedrearon y ampliar más salones, lo que supuso un mayor coste”, aseguran. El templo puede acoger hasta 400 personas y dispone de varios salones donde realizan diferentes actividades pastorales, como las catequesis.
José Jiménez ha llevado las cuentas escrupulosamente durante los últimos veinte años, y tiene anotadas a mano todos los pagos anuales que iban realizando a la Diócesis de Salamanca, “el último de todos ellos efectuado a finales de 2018”. En lo que coincide este grupo es en agradecer a los vecinos que durante dos décadas han apoyado el templo, así como al obispado, “por adelantarnos el dinero en condiciones favorables y en libertad, porque sino no hubiese sido posible”.
La inauguración de la iglesia, bajo el nombre de su imagen titular, Santiago Apóstol, tuvo lugar durante esa festividad, el 25 de julio. Desde entonces, cada año se vive de nuevo el espíritu de aquel momento, de construir algo juntos, en este caso, el templo donde se reúnen en comunidad cada sábado por la tarde y domingo, en las catequesis… Este año saldrán de nuevo en procesión, por la urbanización, y disfrutarán de la merienda en la arboleda, con una diferencia, han conseguido todos juntos costear las obras de su iglesia, que como ellos mismos admiten, “es como nuestra casa”.
El actual párroco de Santa Marta de Tormes, Mariano Montero, insiste en que esta iglesia de Valdelagua nació “con una vocación de servicio, ya no solo religioso y pastoral, sino de servicio a los vecinos”. La comunidad sigue siendo viva, aunque en los últimos años ha descendido la población, algo que se aprecia más en los meses de invierno. “En verano somos muchos más, porque los que viven en la capital vienen a veranear aquí, o sus hijos, que ya se fueron lejos de Salamanca, incluso al extranjero”, relatan.
Los sábados tienen misa a las ocho y media de la tarde, con la celebración previa del rosario; y el domingo, a la una del mediodía. Durante el curso, antes de la eucaristía programan la catequesis familiar, junto a los padres. Este año diez niños han tomado su primera comunión, en un templo de acogida con tres naves, en forma de cruz y una alta torre que se divisa desde la entrada a la urbanización. Tampoco faltan otros grupos de oración que llenan de vida este espacio, el coro o el equipo de liturgia, que cada año organiza un rosario de la aurora.
Además, cabe destacar su implicación en la pastoral social, con varios voluntarios en la tarea parroquial de Cáritas, en este caso, centralizada en la parroquia de Santa Marta de Tormes. Esta tarea comprende el apoyo escolar a los niños, la alfabetización de adultos o las visitas domiciliarias dentro de la pastoral de la salud, además de los alimentos.
Los promotores tampoco quieren olvidar a los sacerdotes que han guiado sus pasos a lo largo de estas dos décadas: Peio Sánchez, Miguel Ángel García, Pedro Antón, Jesús Alonso y, en la actualidad, Mariano Montero.
Una muestra de fotografías, una tertulia, un concierto y una eucaristía centran el programa conmemorativo del 20º aniversario de la iglesia de Santiago apóstol, en la urbanización de Valdelagua (C/ Golondrinas s/n), a los que invitan a participar a toda la comunidad:
• 24 Julio. MEMORIA AGRADECIDA | 20.00 horas
Exposición fotográfica de estos 20 años y tertulia con sacerdotes y personas que han colaborado en la edificación de la iglesia de Santiago Apóstol.
• 25 Julio. VIVA SANTIAGO APÓSTOL | 20.00 horas
Eucaristía en honor al apóstol y patrono con procesión por las calles de la urbanización de Valdelagua y merienda fraterna en la arboleda.
• 26 Julio. CONCIERTO POR EL FUTURO | 20.00 horas
Organizado por un pequeño grupo de vecinos que convocan a la armonía personal y comunitaria, para ser sal y luz en dicho entorno.