23/12/2020
Diferentes escenas de Navidad están repartidas por la Catedral de Salamanca, en formato de pintura o escultura, que recogen el Nacimiento de Jesús o la Epifanía, entre otros pasajes. En este reportaje nos acercamos a algunas de ellas a través de la mirada del historiador del Arte, Raúl Benito.
En capilla de San Martín, también conocida como la del aceite, porque se guardaba el que servía para alumbrar las lámparas de los altares, se encuentra una pintura mural sobre el sepulcro del obispo Rodrigo Díaz en el que aparece representada la Epifanía, “el momento en el que los tres Reyes de Oriente se postran ante el Rey de Reyes, ante Dios hecho niño”, apunta. De esta escena destaca algunas curiosidades, como, por ejemplo, que Melchor, nada más llegar, se postra y se retira la corona. Además, los reyes se muestran con la piel blanca, “no hay todavía presencia de Baltasar, con la piel de color”.
Asimismo, se aprecia la estrella sobre sus cabezas, “con la que han sido guiados hasta el portal de Belén”. En la escena aparece un Niño Jesús en los brazos de su madre, “un poco crecido para ser un recién nacido, pero así se representa en ese momento”, subraya Benito. Este historiador del Arte aclara el simbolismo de la estrella en el sepulcro: “El fallecido sigue la luz para llegar a la Resurrección, como aparece en el remate del gablete del sepulcro”. Y es por ese motivo por el que se refleja la Epifanía en un sepulcro, “por la clara comparación de seguir la luz de la estrella de Belén que lleva a Dios, como la luz de la Resurrección, para llegar también al descanso eterno”.
Raúl Benito apunta también otra curiosidad de esta pintura mural, como es la ausencia de la figura de San José, el esposo de la Virgen, de este modo “se quiere reflejar que no era el padre del Niño, y es por eso que no está representado”. Como apunta este técnico de la Catedral, “será más tarde cuando San José se incluye en los nacimientos y adoraciones de pastores, porque se quiere reflejar su poca participación en ese momento del nacimiento del Niño”. En esa misma escena aparece un ángel turiferario, “con el incensario, incensando el momento”.
Por citar otras representaciones de Navidad de la Catedral. Benito resalta la iconografía de retablo de la Catedral Vieja, del siglo XV, “con distintos momentos que relatan escenas de la Natividad“. O el cuadro de Fernando Gallego ubicado en las Salas Capitulares, “en la que aparece con mucha riqueza y detallismo propio de su obra”.