26/09/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El salmantino Pepe Sánchez, de 49 años, es el nuevo candidato al diaconado permanente, y como paso previo será instituido acólito y lector por el obispo, Mons. José Luis Retana, este martes, 27 de septiembre, en la parroquia de San Mateo a las 19:30 horas.
Este candidato, a punto de cumplir los cincuenta años, está casado con Mercedes, con quien ha pertenecido a las comunidades agustinianas, y han colaborado de catequistas en la parroquia de San Mateo. Desde hace 9 años, Pepe Sánchez colabora junto a Fran Jaspe Anido como ministro para las celebraciones dominicales en espera de sacerdote en el Arciprestazgo de Guijuelo.
Con relación a su parroquia, la de San Mateo, este candidato al diaconado permanente asegura que es “mi comunidad de origen, y por la que me siento enviado”. Además, reconoce que en ella ha compartido momentos que han marcado su vida en el seguimiento cristiano, “llegamos a ser más de cuatrocientos catequistas y millares de niños y fieles que participaban en las catequesis, las oraciones, los talleres o las convivencias”.
En relación al paso que dará, Sánchez asegura que se trata de un seguimiento de la Iglesia, “y te llama a las necesidades que tiene en este momento: un presbiterado muy mayor, la situación de pueblos que no pueden tener celebraciones porque los sacerdotes tiene que atender a muchos otros pueblos, y ves que la sociedad necesita también un cambio, una estructura de valores que quizás no se están dando y surge ahí la vocación, en el momento concreto que estamos viviendo”.
En la actualidad, la Diócesis de Salamanca cuenta con cinco diáconos permanentes, y su labor, como resalta Pepe Sánchez, “no es tanto una labor sino una confrontación con la vida de Cristo que se hizo servidor de todos”. Para él, es un instrumento de gracia a través de distintas cosas. “Principalmente, es la educación de la Palabra de Dios, la atención de la mesa de la eucaristía, y las obras de caridad”, enumera. Para Pepe Sánchez, la caridad la está manifestando con su trabajo con las personas mayores a las que atiende, como auxiliar de geriatría.
“La atención a la Palabra la vivo en las celebraciones que tengo los domingos, en la catequesis y al servir a la mesa, a través de las celebraciones de la eucaristía que tengo los domingos, pero no significa que un diácono tenga que hacer unas tareas determinadas, sino que significa el seguimiento de Jesús, que se hizo servidor de todos y que quiere ser como Él, configurarse con Cristo”, advierte.
Asimismo, insiste en que es un ministerio de servicio también al obispo,”nosotros nos ofrecemos al obispo y él es el que determina o te propone las funciones que puedes desempeñar”.
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