ACTUALIDAD DIOCESANA

09/02/2023

Panes, peces, manos… y cestos

Artículo de Mercedes Marcos, voluntaria de Manos Unidas Salamanca, con ocasión de la XLIV Campaña contra el Hambre: “Frenar la desigualdad está en tus manos. Únete”

 

Subiendo la cuesta de enero me resulta más fácil comprender el estupor de los discípulos cuando aquel atardecer, agobiados por la cantidad de gente que les rodeaba, y en la premura de la noche que se echaba encima, pidieron a Jesús que despidiera a la muchedumbre para que todos se fueran a sus casas a comer.

Pero Jesús, que quería seguir enseñándoles muchas cosas, les dijo: “¡Dadles vosotros de comer!” (Mc 6, 37).

Me imagino a aquellos discípulos echando cálculos sobre lo desproporcionado de la petición del Maestro…

Probablemente, lo mismo nos ocurre a nosotros cada vez que Manos Unidas nos recuerda la enorme cifra de hambrientos (necesitados de comer día tras día, y no sólo en febrero). Quizás nos surja entonces la doble tentación de pensar que los hambrientos son tantos que no daremos abasto y de quedarnos en la comodidad (¿?) de nuestra indiferencia.

Pero hoy como entonces el Señor nos facilita las cosas y nos dirige otra pregunta: “¿Qué tenéis?”.

Para mí, la respuesta a esta pregunta es la clave. ¿Qué tenéis? ¿Qué tenemos? ¿Panes, peces, tiempo, manos, alegría, esperanza, ideas, dinero…?

Ante la proximidad de la LXIV Campaña contra el Hambre, para el domingo 12 de febrero, Manos Unidas nos invita a hacernos también esta pregunta y a responderla después de la reflexión (y del Ayuno Voluntario).

De nuestra respuesta y de nuestra generosidad dependerá el freno a la desigualdad que nos pide el lema de esta campaña: “Frenar la desigualdad está en tus manos. ¡Únete!”

En el Eclesiástico (Eclo 15, !7) de la Palabra de ese domingo, también se nos da otra pista: Dios nos pone ante cada uno la vida y la muerte. Y, lo que elijamos, se nos dará.

Ojalá nuestra elección sea la de los discípulos: una vez que vieron que tenían cinco panes y dos peces, los entregaron. Y ¡oh, maravilla!: Dios procuró el desquite y la sobreabundancia: ¡todos comieron! Y se necesitaron doce cestos para recoger las sobras.

Doce cestos llenamos cada año con más de 500 Proyectos de Desarrollo, surgidos de la generosidad de nuestros panes, peces y manos.

Os invito y me invito a seguir mirando para entregar panes, peces y manos que llenen cestos. Muchas gracias.

 

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