13/04/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Tradicionalmente, el Viernes Santo la Iglesia universal celebra la Jornada pro Tierra Santa y la colecta pontificia por los Santos Lugares. Una colecta que fue instituida por el papa Pablo VI mediante la exhortación apostólica “Nobis in Animo”, que dirigió al episcopado, al clero y los fieles de todo el mundo, sobre la creciente necesidad de la Iglesia en Tierra Santa. En ella se determinó que esta colecta debe servir “para el mantenimiento no solo de los Santos Lugares, sino ante todo para las obras pastorales, asistenciales, educativas y sociales que la Iglesia sostiene en Tierra Santa en beneficio de sus hermanos cristianos y las poblaciones locales”.
A lo largo de la historia “diferentes Papas la han confirmado”, como recuerda el Fr. Francisco Castro, comisario de Tierra Santa de la provincia franciscana de Santiago, a la que pertenece la Diócesis de Salamanca.
Lo que se pretende con este gesto es “recordar que las comunidades cristianas tenemos nuestras raíces en Tierra Santa, en Jerusalén, en Belén, en Nazaret, y que actualmente también hay allí comunidades cristianas, lo que los franciscanos de allí suelen llamar “las piedras vivas”, que están siendo una llama de fe sentida en aquella tierra“, recuerda Fr. Castro.
Este fraile franciscano advierte que debido a las circunstancias de pandemia mundial estas comunidades cristianas “particularmente de Belén, están pasando por malos momentos“, y “esta colecta fundamentalmente es para sostener la actividad que realizan allí a nivel cultual, en los grandes santuarios referidos a nuestra redención”, así como para apoyarlas “a nivel social y educativo“.
Además de sostener económicamente los santuarios, los colegios, la actividad social que se realiza allí por parte de la Iglesia católica, esta colecta “es también un gesto de cercanía fraterno para que aquellas comunidades sientan que la Iglesia entera les respalda, que estamos con ellos, que compartimos lo que tenemos”, afirma Fr. Castro.
Fr. Francisco Castro recuerda que la labor franciscana en Tierra Santa “es realmente uno de los capítulos más hermosos de la historia de la Iglesia”, ya que la orden “está creada en aquellas tierras como referencia de la fe cristiana católica, de tal forma que somos los custodios de los santos lugares en nombre de la Iglesia católica”. La labor fundamental de la Custodia de Tierra Santa “es mantener viva la huella cristiana católica en aquella tierra, cuidando las piedras de nuestra historia pero sobre todo cuidando a esas piedras vivas que son las comunidades cristianas”, recuerda.
El cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, en la carta enviada, el miércoles de Ceniza, a las Iglesias locales del mundo entero afirma que “el gesto de la oferta, aun pequeña, pero realizada por todos, como óbolo de la viuda, permite que nuestros hermanos y hermanas puedan seguir viviendo y esperando, y puedan también seguir ofreciendo un testimonio vivo del Verbo hecho carne en los Lugares y por las calles que vivieron su presencia”. Y recuerda las dos peregrinaciones de esperanza que ha vivido el papa Francisco en sus viajes realizados en el 2021 a las comunidades cristianas de Medio Oriente y de Tierra Santa.
“El corazón del Papa lamenta el desamparo que viven estas comunidades y, más al fondo, el desamparo que vive el mismo Redentor”, señala el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, en la carta que ha remitido a los presbíteros diocesanos animándoles a promover este Viernes Santo en sus parroquias la colecta por Tierra Santa.
“Me uno a este sufrimiento que produce el abandono al Señor y a todos sus hijos de Tierra Santa”, afirma el prelado, “seamos generosos, signifiquemos, aunque sea con nuestra pobre colaboración, que estamos a su lado les comprendemos y les ayudamos“.
Primero con la oración, como señala el P. Francisco Castro: “mantener viva la oración, orar por la paz en Tierra Santa, por las comunidades”. Otra forma de colaborar es “peregrinando, al menos una vez en la vida, a los Santos Lugares. Cuando llegamos allí con grupos es como llegar con un pan debajo del brazo, porque al final ese dinero se invierte en algo más que un viaje, porque es una auténtica experiencia de fe y, además, ese dinero ayuda a las supervivencia de aquellas comunidades”, afirma este comisario de Tierra Santa. También recuerda que “los santuarios no reciben subvenciones, viven de los donativos que dejan los grupos que peregrinan, y en los dos últimos años lo han pasado mal porque con la pandemia no ha habido presencia de peregrinos cristianos”.
Y, por último, aportando un donativo en la colecta por Tierra Santa que se lleva a cabo en las parroquias de la Diócesis de Salamanca el Viernes Santo “como una forma de dar aliento, vida, ánimo, esperanza” a esas comunidades cristianas.
Los donativos pueden ingresarse también en cualquiera de estas dos cuentas habilitadas por la Comisaría de Tierra Santa:
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