ACTUALIDAD DIOCESANA

10/10/2022

Misa de acción de gracias por la canonización del salesiano Artémides Zatti

La parroquia santuario de María Auxiliadora celebrará este viernes, 14 de octubre, una eucaristía por la reciente canonización de Zatti, el enfermero salesiano de los humildes de la Patagonia, que tuvo lugar en la plaza de la basílica del Vaticano el pasado 9 de octubre

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La congregación salesiana tiene un nuevo santo desde el pasado domingo, 9 de octubre. Se trata del laico salesiano Artémides Zatti, “un ejemplo de virtud”, y un modelo de “santo enfermero”, como lo calificó el papa Francisco durante la homilía de la misa de su canonización celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano.

En Salamanca, la familia salesiana de la parroquia-santuario María Auxiliadora acogió con alegría este acontecimiento y este viernes, 17 de octubre, celebrará una misa de acción de gracias por la vida de San Artémides Zatti, a las 19:00 horas.

Enfermero de los humildes de la Patagonia

Don Zatti, como solía ser llamado, nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto, Regio Emilia, Italia, vivió en la Argentina a partir de 1897, donde adoptó la ciudadanía y murió en Viedma, en 1951. El enfermero era conocido por su labor en la Patagonia al servicio de las personas necesitadas. Su trabajo estaba enfocado en las casas humildes de las periferias, a partir de su incorporación al movimiento de los Salesianos de Don Bosco.

Artémides Joaquín Desiderio María Zatti, Don Zatti, como era conocido, nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto, Regio Emilia (Italia). Emigró con su familia a principios de 1897 a Argentina para instalarse en Bahía Blanca, donde frecuentó la parroquia dirigida por los salesianos, y murió en Viedma, en 1951.

A los veinte años fue recibido por el obispo Juan Cagliero como aspirante salesiano e ingresó en la casa de Bernal, donde se le encomendó la tarea de asistir a un joven sacerdote tuberculoso, contrayendo la enfermedad. Ingresado en el hospital San José de Viedma, allí conoció al padre Evasio Garrone, misionero salesiano. Junto a él pidió y obtuvo de María Auxiliadora la gracia de la curación, con la promesa de dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos.

En 1908 hizo su profesión perpetua como salesiano coadjutor y comenzó a ocuparse de la farmacia anexa al hospital. Más tarde asumiría la responsabilidad de dirigir el hospital.

Como ‘buen samaritano’, vivió una entrega absoluta a los enfermos, reconociendo en ellos el rostro de Cristo. El llamado “enfermero de los pobres” iba con su bicicleta a los lugares más alejados de Viedma y Carmen de Patagones, donde iba a curar a los enfermos casa por casa. A Zatti, quien falleció el 15 de marzo de 1951, se le atribuye un milagro ocurrido en 1980 en Filipinas.

San Juan Pablo II lo proclamó beato el 14 de abril de 2002 y el papa Francisco lo ha inscrito en el registro de los santos este 9 de octubre de 2022. Su festividad se celebra el  13 de noviembre de cada año.

 

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