31/01/2018
Mons. Carlos López, Obispo de Salamanca, presidirá el sábado 3 de febrero la Eucaristía del rito de Admisión a las Sagradas Órdenes para el diaconado permanente del candidato Marcos García Diego. La celebración tendrá lugar a las 19.00 horas en la parroquia Sagrada Familia, en el Barrio El Zurguén.
Marcos, de 55 años de edad, está casado y tiene dos hijos y un nieto. La familia ha pertenecido a las comunidades ADSIS de Salamanca. Hace 19 años comenzó a colaborar en el Centro Penitenciario de Topas como voluntario de ADSIS. El 3 de mayo de 2006 nuestro Obispo le nombró responsable de la asistencia religiosa en dicho centro penitenciario, renovándose posteriormente en el diciembre de 2008. Fue en ese momento cuando Marcos comienza a plantearse su vocación al ministerio del diaconado permanente, una llamada a vivir la doble sacramentalidad: matrimonio y diaconado, en el que el apoyo de Maribel, su mujer, ha sido crucial.
Tras un proceso de discernimiento Marcos inició su formación espiritual y doctrinal en la Facultad de Teología de San Esteban. Tras un periodo de formación de tres años continuó ampliando su formación teológica con el sacerdote Joaquín Tapia Pérez. En esta última etapa previa y posterior a su admisión a las sagradas órdenes, D. Carlos ha nombrado a tres sacerdotes para acompañarle en su formación teológica, espiritual y pastoral, se trata de Domingo Martín Vicente, delegado diocesano para el Clero; Ramón Martín, anterior prior del Monasterio de San José en las Batuecas y José Vicente Gómez, párroco de La Sagrada Familia, en el barrio del Zurguén, donde Marcos está colaborando en diferentes ámbitos de la pastoral parroquial.
Para Marcos su opción “supone un paso importante en la respuesta a la llamada que siento: conformar mi vida a la del Señor y continuar su tarea de amar y servir a todos los hombres, de anunciar la buena noticia sobre todo donde hay más sufrimiento, más exclusión, a todos los empobrecidos. Testimoniar que el amor, el evangelio, son el camino para la vida en plenitud, para la felicidad. Todo esto vivido desde la comunidad del Señor, desde la Iglesia”.
En la actualidad la Diócesis de Salamanca cuenta con cuatro diáconos permanentes: José Luis López Redondo y Juan Bosco Sardón García -ordenados el 7 de enero de 1996-, David González Porras y Francisco Sotillo Centeno, estos últimos ordenados el 8 de diciembre 2004.
El orden del diaconado, según lo afirma el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 1554 está destinado a ayudar y a servir a los obispos y a los presbíteros. El grado de diaconado es un grado de servicio que viene establecido desde el tiempo de los apóstoles. Un diácono puede proclamar el Evangelio, predicar y asistir en el Altar; administrar el sacramento del bautismo, presidir la celebración del sacramento del matrimonio y bendecirlo, conferir los sacramentales, llevar el Viático a los enfermos que están en peligro de muerte, catequizar, pero no puede, a diferencia del sacerdote, celebrar la Eucaristía ni administrar la Unción de los enfermos.
Como en el caso de los sacerdotes, sólo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación para acceder al diaconado. Y esto es así, porque Jesús eligió a hombres para formar el colegio de los doce apóstoles.
El diaconado puede ser conferido a hombres casados que se dedican a ayudar en la Iglesia a través de la vida litúrgica, pastoral o en las obras sociales y caritativas. En este caso reciben el orden del diaconado permanente.