29/06/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La labor educativa, la religiosidad popular, la familia o el trabajo digno han sido algunos de los doce temas abordados a través de la iniciativa de la Conferencia Episcopal, #HazMemoria, con la que se pretendía recordar la labor de la Iglesia en sus diferentes dimensiones pastorales y sociales.
En la Diócesis de Salamanca se ha contado con el testimonio de 35 personas de la comunidad diocesana, sacerdotes, adultos, jóvenes o mayores, comprometidos con la Iglesia en este último año, y a lo largo de toda su vida en la mayoría de los casos.
#HazMemoria comenzó el pasado mes de abril con “Labor educativa y enseñanza de Religión”, en el colegio diocesano concertado de Pizarrales. Su director y dos de las profesoras trataron de acercar el día a día con los alumnos, la filosofía del centro y las clases de Religión. El responsable del centro recordaba que desde su creación, “el colegio concertado de Pizarrales ha defendido la pluralidad del ser humano, ahora se llama interculturalidad, en su caso lo llamaban, integración, acoger a los alumnos en su integridad, como miembros de la vida, independientemente de que sean creyentes o no”.
También se abordó la “Semana Santa y religiosidad popular“, en esta ocasión, centrada en los 400 años de una imagen de gloria, La Inmaculada Concepción, tallada por Gregorio Fernández, de la Cofradía de la Vera Cruz. El pasado 1 de mayo salió en procesión extraordinaria por la ciudad, y no lo hacía desde 1932.
La familia, como pilar fundamental dentro de la Iglesia, fue otro de los temas del #HazMemoria, con el testimonio de un matrimonio vinculado a la parroquia de la Santísima Trinidad del Arrabal. Bárbara Gomulka y Carlos Fernández reconocieron que para ellos, “la fe es el motor de nuestra familia, no entendemos la familia sin la fe”. Padres de tres hijos, con ellos rezan cada día, y acuden a las celebraciones litúrgicas en su parroquia, donde también cantan.
En el centro de formación de empleo Padre Basabe, Cáritas diocesana habló sobre trabajo digno, a través de una de sus responsables, y tres alumnos de un curso de cocina: Luismi, Edith y María, que ven ante sus ojos una nueva oportunidad para entrar al mercado laboral. “Este curso lo he hecho por formación y para dar un cambio en mi vida”, admitía uno de ellos.
En la localidad de Gomecello detallaron su labor varios celebrantes de la palabra de la zona, en un encuentro que tuvo lugar junto al sacerdote, Leo Ramos. De este modo, se trató la “Celebración de la Iglesia y liturgia”, de la mano de los laicos. “Nos hemos reunido para conocernos, rezar y ver cuáles son las necesidades que tienen nuestros celebrantes de la palabra, y qué ha supuesto para ellos esta responsabilidad”, apuntaba Leo Ramos.
Otro tema abordado fue el de “Migraciones y movilidad humana”, centrado en Ucrania y la población que ha huido de la guerra y está viviendo en Salamanca. Olga Ivanova pertenece a la Asociación de Ucranianos en Salamanca, que conforman una gran familia, más unida aún desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania. Los ucranianos que residen en Salamanca se pusieron en marcha enseguida. “El objetivo de la asociación fue reunirse, ponerse en marcha y conseguir medios”, describía esta joven.
Pasado el ecuador de las doce semanas, #HazMemoria repasó la “Formación de adultos y catequesis”, con el grupo de iniciación a la Biblia de La Purísima. Uno de sus responsables es Juan Antonio Mateos, apuntaba que el objetivo no solo es la formación y la profundización en la fe, “sino que también, el encuentro personal con Jesús, que nos debe llevar a estar y a vivir con él, y sobre todo, intentar abrirnos a Dios”. Tres de sus participantes son Mercedes, Ángel y Ana, que relataron su experiencia en este grupo.
Un misionero laico de las comunidades Adsis protagonizó el #HazMemoria sobre “Anuncio del Evangelio. Misiones”, a finales de mayo. Desde Ecuador, Julio Pérez salmantino, habló de su tarea actual en Portoviejo. La comunidad Adsis realiza su misión social y pastoral en la ciudadela (barrio) de San Gregorio, conocida por La Piñonada, “uno de las zonas más pobres de la parroquia de San Ignacio de Loyola”, a la que pertenecen.
Desde el cementerio San Carlos Borromeo, Marisa Beltrán y Francisco José Jaspe contaron su labor de exequias en el campo santo, vinculado a su hermandad, la del Cristo del Amor y de la Paz. La hermandad cuenta con un grupo de ocho hermanos (seis hombres y dos mujeres), todos laicos, que rezan la oración a los difuntos antes de que reciban sepultura en el campo santo. De esta forma, se subrayó “El papel de los laicos en la misión de la Iglesia”.
Para conocer el cuidado de mayores y vulnerables, se dio a conocer la labor de Cáritas diocesana en la parroquia de Santa Marta de Tormes. Eduarda Cañedo tiene 92 años y acude cada jueves a los locales de la iglesia. Ella forma parte del grupo de “Un lugar de encuentro”, en el que se reúnen en torno a diez personas, de entre 65 y 95 años, para disfrutar de un rato de convivencia. “Me gusta mucho venir, aunque vivo lejos, pero es entretenido y la gente muy buena, estamos a gusto”.
Esta misma organización diocesana centra la dimensión caritativa de la Iglesia, y coincidiendo con el Día de la Caridad, el 19 de junio, en Salamanca se presentó la memoria anual y su labor en el último año, a cargado de sus responsables, Carmen Calzada y José María Rodríguez. En 2021, atendieron a 16.106 beneficiarios directos, a través de 23 programas, 11 centros y 29 equipos parroquiales, con una inversión de 5.290. 222 euros.
Y para cerrar, los jóvenes, como futuro de la Iglesia, centraron el último #HazMemoria, sobre: “El servicio a los jóvenes”, de la mano del delegado de Pastoral Juvenil, Andrés González Buenadicha, y de un joven de 19 años del grupo Jerut, Ángel Sánchez. “Desde hace tiempo, los jóvenes son una prioridad, el trabajo pastoral con ellos, pues como bien dice el papa Francisco, los jóvenes son el ahora de Dios”, subraya el responsable.