26/01/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Cada jornada de la visita “ad limina” comienza con una eucaristía en algunas de las basílicas de Roma, en este tercer día, en la de Santa María la Mayor, presidida por el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro. El prelado de Salamanca, Mons. José Luis Retana, ha recordado las lecturas del día. Por un lado, la de los Hechos de los Apóstoles, “cuando María estaba en el cenáculo en oración con los discípulos esperando el Espíritu”, y también, han escuchado el evangelio de cuando Juan, el discípulo amado, “estaba junto a María en la Cruz y Jesús se le da como Hijo”.
El programa tenía fijado la visita a dos congregaciones. En primer lugar, a la de Educación Católica, donde el prelado señala que han hablado del pacto educativo global, “con esos siete puntos que el papa propone”. En concreto, como enumera, “poner a la persona en el centro; escuchar a las nuevas generaciones; promover a la mujer; responsabilizar a la familia, es decir, que la sea el primer e indispensable sujeto educador; abrirse a la acogida; renovar la economía y la política; y cuidar la casa común; los siete puntos que propone en el pacto global”, y que como remarca Mons. José Luis Retana, “nos han dado como vademécum.
El grupo de obispos ha manifestado que les preocupa educar en una cultura “que ha roto con los vínculos con Dios, y tantas veces, los vínculos con la familia”. Asimismo, consideran que no será difícil, “porque era poco fecundo el diálogo con el Gobierno en este tema”. Pese a ello, han recordado que el 63% de los alumnos piden la clase de Religión.
Por otra parte, en esta reunión han hablado de estimular a los laicos y a todas las familias, “a que defiendan su libertad, es decir, la posibilidad de elegir centro, y la importancia de enseñar a los docentes“. Desde esta congregación les han adelantado que está a punto de salir un texto sobre la identidad de la escuela católica.
Su segunda visita de la mañana ha sido a la Congregación para el Clero, donde han analizado las dificultades de los sacerdotes, “siempre vistos como en tres partes”, puntualizó Retana. Por un lado, los más mayores, los de mediana edad, “que son los que llevan todo el peso”, y los sacerdotes jóvenes.
Los prelados han compartido la problemática de que, en España, la media de edad es de 76 años, “de que hay un trabajo excesivo, no hay un relevo, y en algunos casos, con una pregunta en el alma, ¿para qué me he hecho yo cura?”.
Pero como apunta el prelado de Salamanca, “se ve la heroicidad de algunos, con su amor a Cristo y a la Iglesia, con la sensación de que no les apoya nadie”.
Como detalla Mons José Luis Retana, “los obispos hemos expuesto cada uno su situación, sobre cómo están los seminarios y el clero en cada diócesis”. En este análisis, se ha subrayado la escasez, o el poco cuidado que tienen de sí mismos, “que es un modo de cuidar también la pastoral, asistir a los retiros o a la formación permanente”. Además, han remarcado que hay sacerdotes mayores muy eclesiales, “y jóvenes con una fácil secularización, y a lo mejor, con no suficiente madurez humana”.