29/05/2021
INÉS CRUZ MAILLO, Hija de Jesús
Juana Josefa, Juanitatxo, conocida por su nombre religioso Cándida María de Jesús, nació el 31 de mayo de 1845 en un caserío que había sido la casa-torre de Berrospe en la villa de Andoain (Guipúzcoa), en el seno de una familia de artesanos vascos; el padre es tejedor en su propio taller. La niña vive tranquila allí su infancia y al llegar la adolescencia, florece una decidida vocación que la lleva a decir: “Yo solo para Dios”. Es su ideal nítido, diáfano y luz para su camino. Se convierte en promesa irrevocable.
Pronto deja el ambiente familiar para empezar una vida de trabajo con la que ayudar al difícil equilibrio económico de su casa. En Valladolid, providencialmente, conoce al jesuita Padre Herranz. Los dos sienten la llamada urgente de Dios: Fundar una congregación dedicada a la educación de la juventud femenina y de la niñez ante la necesidad reinante del momento social y eclesial.
Así, el 8 de diciembre de 1871, funda en Salamanca la congregación de las Hijas de Jesús, hace ahora 150 años.
La Madre Cándida cruza los caminos de España, sufre en silencio, se entrega a Dios cada minuto y morirá aquí en Salamanca el 9 de agosto de 1912.
Sobre unos cimientos humanos y naturales, aparentemente pobres e insuficientes, el Señor levantará su obra e irá edificando una vida de santidad al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
Desde aquel 31 de mayo de 1845 hasta hoy, 176 años después, su vida… sigue dando vida.