25/06/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús cierran una de sus casas de Salamanca, concretamente la de la calle Azafral nº 2, donde se establecieron hace 124 años. La falta de vocaciones motiva su cierre y el traslado de las ocho religiosas que habitan en este inmueble a otras casas de la congregación. Para agradecer su entrega y la labor que han desarrollado a lo largo de estos años, el próximo jueves, 29 de junio, se celebrará una misa de acción de gracias, a las 19:00 horas, en su iglesia, que será presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana.
La misión de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús es la reparación de este mundo a través de su vida eucarística, como reza el lema su fundadora Santa María Rafaela, “poner a Cristo a la adoración de los pueblos”, y de la evangelización educadora “adorando, amando y sirviendo”.
Esta comunidad religiosa fue fundada en Madrid en 1877 por Santa Rafaela María su hermana Pilar, quienes en 1899 llegaron a Salamanca y adquirieron la casa que fue de don Patricio Andrés Montalvo, en la calle Azafranal nº 2. Precisamente, “fue la Madre Pilar la que fundó esta casa donde fueron muy bien acogidas por los salmantinos”, como señalan las hermanas. El 21 de noviembre de ese mismo año, en la fiesta de la Presentación de la Virgen, el edificio fue bendecido e inaugurado, y albergó un colegio de chicas.
Se comenzó con una capilla en el primer piso y la educación de las niñas. Como el sitio resultaba pequeño en el año 1908 se trasladó el colegio al Paseo del Rollo, cuyas obras habían sido finalizadas un año antes y donde las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús habían instalado su noviciado.
En el edificio de la calle Azafranal, las religiosas abrieron una casa de Ejercicios, además impartían catequesis y talleres de bordados y plásticos. Más tarde, en 1951 se inauguraría la iglesia de las Esclavas.
En 1976 se derribó el edificio antiguo para construir el que existe en la actualidad y convertirlo en la residencia universitaria Santa Rafaela María. También pusieron casa juniorado “donde se han formado muchas Esclavas de España y otros países”.
Ya en la década de los 90, el juniorado se trasladó a unos pisos en el barrio de Garrido, pero desde que se fundó esta casa siempre ha habido una comunidad religiosa. En la actualidad la comunidad está integrada por ocho hermanas, de las cuáles tres se trasladarán a la comunidad del Paseo del Rollo, en Salamanca. Las otras cinco continuarán cumpliendo su misión “en San Sebastián, Córdoba, Zaragoza y Madrid”, como señala su superiora, la Madre Esther.
La residencia universitaria seguirá funcionando gracias a la gestión de una empresa.