ACTUALIDAD DIOCESANA

15/10/2024

La vocación misionera de Bongani

Con motivo de la celebración del Domund, este religioso de Mariannhill comparte su camino vocacional que inició de pequeño en su localidad natal de Zimbabue

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Hace cinco años que Bongani Ndlovu llegó a Salamanca como misionero de Mariannhill para estudiar Teología y seguir su formación. Atrás dejó su país natal, Zimbabue, y a toda su familia. La decisión no fue fácil, pero según relata, cuando se lo comentó a su madre, ella le dijo que si Dios quería eso para él, tendría que ir. Y así fue: “Supuso dejar a mi familia, mis amigos, mi cultural… y llegar sin saber nada de español, solo decía hola y buenos días”, reconoce.

Este año ha terminado sus estudios y el próximo paso será ordenarse diácono previo al sacerdocio. Su etapa pastoral la está realizando en la parroquia de Fátima, donde da catequesis a los niños.

La vocación de Bongani se inició en su infancia, en Bulawayo, una ciudad de Zimbabue, en el sur de África, y como él mismo confirma, “los católicos somos un 10% de la población”. Pero este joven reconoce que la Iglesia en África está muy viva, “están llenas, y allí bailamos”. A él le gustaba ir con su familia a las actividades de la parroquia y a las misas. “Desde pequeño yo quería ser sacerdote, sentía ese deseo en mí de predicar”, confiesa. Se sintió inspirado por su tío, que era presbítero y su párroco. “Yo siempre tenía ese deseo de predicar como él”, insiste, y llegó un momento en el que se lo comentó a su familia. Pero le dijeron que era pronto para decidir algo así, y que tenía que esperar hasta los 18 años.

La labor de los misioneros en su país

Fue entonces cuando Bongani siguió con sus estudios y empezó a trabajar como profesor de niños en una escuela de primaria. “Trabajé durante cuatro años y aparqué la idea de ir al seminario, pero tenía esa sensación de que había algo en mí”, asegura. Pero su paso decisivo fue conocer a unos misioneros de Mariannhill de Alemania: “Me gustó su forma de vida en comunidad, cómo ayudaban a la gente y la transmitían su fe…y decidí que eso era lo que quería hacer”, reconoce.

Y después de un periodo de pensamiento y oración, Bongani decidió entrar en la congregación de los misioneros de Mariannhill en 2014, “y empecé mi formación en Filosofía como candidato, y tras tres años, me trasladaron a Sudáfrica para hacer el noviciado”. Después, llegaron sus votos y su consagración a Dios, “y es cuando me trasladan a España”.

 

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