ACTUALIDAD DIOCESANA

08/09/2023

“La Virgen de la Vega es el pilar fuerte que sostiene y alienta la fe de este pueblo de Salamanca”

En su homilía de la fiesta de la patrona, el obispo, Mons. José Luis Retana, recordó que es un día para que todos los salmantinos miren a María, “y pidamos nos regale humildad y disponibilidad para aceptar lo que Dios ha pensado para nosotros”

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

REP. GRÁFICO: Óscar García (Servicio diocesano de Comunicación Social)

“Salamanca te aclama ¡oh Virgen de la Vega! sus vidas te ofrece, sus almas te entrega…”. Un año más, como cada 8 de septiembre, en la Catedral Nueva de Salamanca se volvió a cantar el himno a la patrona de la ciudad antes de concluir la eucaristía, presidida por el obispo, Mons. José Luis Retana. En esta ocasión, cabe destacar la amplia presencia de fieles, como en años previos a la pandemia, y que ocuparon tanto los bancos como las sillas ubicadas para seguir la celebración en las naves laterales del templo.

En su homilía, Mons. José Luis Retana ha recordado el motivo por el que se celebra esta festividad: el nacimiento de la Virgen María, y cómo su vida tiene “un significado salvador para toda la humanidad”. El obispo ha hecho hincapié en que Dios, “siempre deseó lo humilde y lo sencillo, para su Hijo” y, por ello, eligió a María -“pobre y humilde”-, para darnos a su Hijo, “para llenar el mundo de esperanza”.

También ha destacado que el silencio y la ternura de Dios actuó en María y, de igual modo, “quiere habitar en nosotros mostrándose en lo pequeño, en lo sencillo, en lo escondido, en el silencio”, y que también lo hace “en medio de nuestro dolor, de nuestros vacíos, de nuestras limitaciones, en la tienda de nuestro corazón roto”, para llenarlo, “de vida y de luz, si aprendemos a estar disponibles, para acoger y aceptar lo que Dios tiene reservado a cada uno”.

Acoger el designio de Dios

Mons. Retana ha reconocido que “todos pasamos por momentos de dolor, de Getsemaní, de cruz”. Y María tuvo que encararlos, desde la gestación de su hijo hasta el patíbulo, “con su hijo muerto”, como ha detallado, “junto a la cruz de Jesús, María está “de pie, no derrotada, ni desalentada, sino con firmeza, con dignidad y con esperanza”. El obispo de Salamanca ha señalado que hay tiempos en los que solo se puede “oír, callar, orar y esperar con la fe, esperanza y caridad cristianas”.

También ha destacado el papel de San José, subrayando su silencio, su escucha y su disposición a acoger el designio de Dios en su vida. “El silencio de José nos fascina, quizá porque percibimos que es la expresión de una profunda libertad que permite una plenitud de vida que cada uno desearía para él”.

La humildad y disponibilidad de María

Y para terminar, ha exhortado a todos los salmantinos, sacerdotes, y autoridades “a mirar a María de la Vega“, para que cada uno, desde su responsabilidad concreta, “contemplemos a María y pidamos nos regale humildad y disponibilidad para aceptar lo que Dios ha pensado para nosotros desde la eternidad”.

Sobre la Virgen de la Vega, Mons. José Luis Retana ha asegurado que es el pilar fuerte que sostiene y alienta la fe de este pueblo de Salamanca, “es la mejor evangelizadora, fuente de inspiración para el camino de la Iglesia”. Y que en su “corazón de madre”, ha depositado el camino de nuestra Iglesia diocesana y el camino personal de cada hijo que goza y sufre.

También le ha suplicado que interceda por los niños y jóvenes, las familias, los que pasan por dificultades y crisis, los enfermos, los pobres, por los que no creen o se han apartado de la fe. “Virgen de la Vega, Madre y abogada nuestra, ruega por todos los salmantinos”, ha subrayado.

Antes de terminar su homilía, el obispo invitó a todos a participar en la XV Semana de Pastoral, que este año lleva por lema: “Id aprisa a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”, que se celebrará los días 21, 22 y 24 de septiembre en la Casa de la Iglesia. Asimismo, indicó que la celebración de envío se celebrará la Catedral Vieja, el domingo 24, a las seis de la tarde. Y animó a que se anuncie en las parroquias, comunidades, movimientos y grupos, “y que se animen a participar todos”.

En la celebración, como es tradición, el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, ha dirigido unas palabras a la Virgen tras la homilía del prelado, donde recordó que Salamanca es una ciudad solidaria, “cuya fortaleza se asienta en la existencia de una amplia red de personas que de forma altruista dan lo mejor de sí mismos para ayudar a otras personas”.

Ofrenda floral la víspera de la festividad

La víspera de la festividad, el jueves por la tarde, también se celebró la tradicional ofrenda floral a la Virgen de la Vega en la plaza de Anaya, con la presencia del obispo, que realizó la bendición final. El acto, que organiza la Asociación del Traje Charro, va precedido de una procesión con una réplica de la imagen de la Virgen de la Vega, desde la iglesia del Arrabal hasta el atrio de la Catedral, en la que participaron cientos de personas, ataviadas con el traje charro y con las flores que más tarde ofrecerían a la Virgen.

En la ofrenda floral se vivieron momentos emotivos, como la primera “petalada” a la imagen original de la Vega, que fue portada a hombros por hermanos de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad desde la Catedral Vieja tras finalizar la novena.

 

 

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