27/01/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
«La vida consagrada, caminando en esperanza», es el lema de la XXVII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que se va a celebrar el próximo 2 de febrero, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor. Un día especial para poner en valor y agradecer el don de la vida consagrada, que será festejado en Salamanca con una eucaristía, a las 18:00 horas, en la iglesia de Santa María Magdalena, de los padres Carmelitas descalzos de Salamanca (C/ Zamora), templo jubilar en este Año Santo Teresiano.
“Siempre es un buen motivo de alegría celebrar nuestra fiesta”, afirma la delegada diocesana para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida apostólica, la jesuitina, Mª Inés Cruz. Una fiesta en la que los hermanos consagrados renuevan su “sí” a Dios y piden su fuerza, “para hacer más coherente y radical nuestro deseo de servir y amar, apoyados en su gracia y salir, con la luz del Evangelio, al encuentro del Señor y de nuestros hermanos que necesitan tanto de nuestra esperanza”, destaca esta responsable.
Inés Cruz considera que esta fiesta es también una ocasión para dar gracias “por el testimonio de oración, amor y entrega de las personas consagradas que, desde las diversas vocaciones y formas de servicio, son testigos de esperanza, generosidad y fraternidad en nuestra sociedad”.
Esta Jornada mundial de la Vida Consagrada, instituida en 1995 por Juan Pablo II, se celebra el 2 de febrero, en la fiesta de la Presentación del Señor, “justo 40 días después de su nacimiento”, como recuerda el superior de la comunidad de Jesuitas de Salamanca y miembro del equipo apostólico de la Delegación diocesana para la Vida Consagrada, José Ramón Busto: “Es lógico que se celebre ese día”, afirma, al recordar que es cuando Jesús es consagrado por sus padres, “como todos los primogénitos judíos, al servicio del templo, aunque luego sea rescatado con dos palomas como nos dicen los evangelios”.
El P. Busto destaca que “la vida religiosa es un don de Dios a la Iglesia”, y que los religiosos y los consagrados, “son personas que piensan que lo más importante de su existencia es Dios y a Él consagran su vida“. También recuerda que “todos los cristianos estamos ya consagrados por el Bautismo”, pero los religiosos y los que profesan otras formas de consagración, concretan su consagración bautismal en los consejos evangélicos: “Seguir a Jesucristo pobre, casto y humilde”.
Además de dedicar su vida a Dios, los religiosos y religiosas “hacen cosas”, como recuerda el jesuita, José Ramón Busto: “Siempre el aspecto contemplativo, el vivir de cara a Dios, el orar tiene su repercusión en la actividad”.
El mismo San Benito de Nursia, iniciador de la vida monástica en Occidente, tenía como lema Ora et labora’, “después del siglo XVIII -XIX nacieron muchas congregaciones religiosas cuya función ha sido la educación, los servicios en los hospitales, la atención a los ancianos, la promoción de la mujer,…”.
El P. Busto reconoce que la sociedad ha cambiado en muchas cosas, pero la vida religiosa “sigue teniendo por horizonte vivir de cara a Dios, la oración y anunciar el evangelio”, que se anuncia “con palabras y con obras, predicando, y sobre todo, con los hechos y con el testimonio de la vida, y es lo que vamos a celebrar el 2 de febrero”.
Por ello, invita a la comunidad diocesana a participar en la eucaristía que se va a celebrar el jueves, 2 de febrero, a las 18:00 horas, en la iglesia de Santa María Magdalena, de los padres Carmelitas descalzos de Salamanca, en la calle Zamora, templo jubilar en este Año Santo Teresiano.
Una celebración a la que están convocados a participar todos los miembros de la vida consagrada, “para poder mostrar así el rostro completo de consagradas y consagrados en nuestra Iglesia diocesana de Salamanca“, como subraya la delegada diocesana para la Vida Consagrada, Inés Cruz. “Sin vosotros, la foto de familia no es completa. ¡Es bueno que los hermanos se unan… y caminen juntos en esperanza!”, subraya.
El P. Busto reconoce que en este momento, “en el mundo occidental y también en España, hay una importante escasez de vocaciones para la vida religiosa, tanto masculina como femenina, e incluso también para el ministerio sacerdotal”, de ahí el lema de la jornada de este año: “Caminando en esperanza”, que viene a subrayar que “los religiosos seguimos caminando, miramos a Dios y le pedimos que si él quiere, pues suscite también jóvenes, chicos y chicas, que quieran seguir por nuestro camino”.
En la Diócesis de Salamanca, la vida religiosa “desde siempre ha sido muy importante y numerosa por la fuerza atractiva que tenía la Universidad, que atrajo a muchas congregaciones, tanto de varones como de mujeres, para formarse aquí”.
En este momento, esta gran familia la integran 752 personas, de las cuáles, 271 son religiosos y 481 religiosas, tanto de vida activa como contemplativa, y la mayor parte se encuentran en la ciudad de Salamanca, “pero también hay comunidades en otras ciudades o pueblos de la provincia”, como señala el José Ramón Busto.
En la ciudad de Salamanca, hay 18 comunidades de religiosos y 38 de religiosas, y en el resto de la geografía diocesana, hay “siete de hombres y 14 de mujeres”, como apunta este jesuita. “Luego tenemos las sociedades de vida apostólica, los Institutos seculares y el Orden de las Vírgenes”.
El lema escogido para celebrar esta jornada: “La vida consagrada, caminando en esperanza“, conecta con el Sínodo 2021-2024, al tiempo que invita a contemplar “el talante y el horizonte” de los que se consagran a Dios “caminando en esperanza”, para ser cada día, “más apóstoles del reino, levadura en la masa, semilla en la tierra, sal en el guiso y candelero en lo alto”, como aseguran los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida consagrada en su mensaje para esta jornada. Un mensaje que puedes encontrar aquí.
Con motivo de la Jornada de la Vida Consagrada, esta comisión episcopal junto a CEDIS y CONFER, han organizado un coloquio en torno al tema de este año, el martes 31 de enero, de 16.30 a 18.30 horas, y en el que van a intervenir el religioso camilo, Hn. José Carlos Bermejo; la benedictina, Hna. Marta Gonzaléz; y, Mercedes Luján, virgen consagrada de la diócesis de Valladolid. El coloquio será moderado por la jesuitina, Silvia Rozas, y se podrá seguir de forma online en este enlace.
Como cada año, la Comisión Episcopal para la Vida consagrada ha editado diversos materiales para preparar la jornada, que puedes descargar aquí: