ACTUALIDAD DIOCESANA

16/06/2022

La presencia de la diócesis en la asamblea final del Sínodo en Madrid

El pasado 11 de junio acudieron a la clausura de la fase diocesana, el obispo de Salamanca, junto al responsable sinodal y cinco laicos, que tuvieron la oportunidad de incluir aportaciones en la síntesis final

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La Diócesis de Salamanca aportó su síntesis final gracias al trabajo de 130 grupos y más de 1.600 personas. Ese documento a su vez se sumó al de 70 diócesis españolas, donde han trabajado 215.000 personas en 14.000 grupos sinodales.

La Asamblea final de la fase diocesana del Sínodo, organizada por la Conferencia Episcopal, se celebró el pasado 11 de junio en la Fundación Pablo IV de Madrid. A ella acudió una delegación de la Diócesis de Salamanca, encabezada por el obispo, Mons. José Luis Retana, el responsable sinodal y vicario de Pastoral, Policarpo Díaz, y cinco laicos: Alfonso Salgado, Elena Guzmán, Juan Antonio Mateos, Rosario Guerrero y Mamen Rivas.

La delegación de Salamanca acudió junto a la de Ciudad Rodrigo.

Todos ellos tuvieron la oportunidad de escuchar las propuestas del documento final y hacer las últimas aportaciones. En esta convocatoria participaron 600 personas de 70 diócesis españolas, 60 obispos, 80 sacerdotes y 360 laicos, entre otros.

El encuentro comenzó con los saludos de bienvenida del arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro; el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella; y el nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza. Además, a través de un vídeo mensaje, tomó la palabra el secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech.

Iglesia peregrina

El secretario del equipo sinodal de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote Luis Manuel Romero, dirigió unas palabras a los asistentes, a los que recordó que era un día histórico “para la Iglesia que peregrina en España, un día de encuentro, de comunión…”. Además, pidió a los representantes de las diócesis, muchos de ellos acompañados de sus pastores, “una actitud de escucha para presentar la síntesis final del Sínodo”. Y concluyó que el discernimiento, “es la clave de la sinodalidad”.

El grupo de la diócesis, durante la asamblea.

Tras la oración conjunta para invocar al Espíritu santo, se escucharon una serie de testimonios de la experiencia sinodal por toda España. Por un lado, a través de un vídeo, donde estaban recogidas iniciativas de la Diócesis de Salamanca, y por otro, en la propia asamblea final, como la de un cofrade de Sevilla, una laica de Ávila, de la Iglesia Evangélica, y una experiencia en una cárcel gallega.

La asamblea como tal para presentar el documentó final arrancó a las doce del mediodía, de la mano de varios integrantes del equipo sinodal de la Conferencia Episcopal, en concreto, de Isacc Martín, Dolores García y Olalla Rodríguez, quienes han redactado este documento a la luz de todas las aportaciones recibidas.

Ideas principales de la síntesis final

En la síntesis final se lanzan dos ideas para avanzar en la misión de la Iglesia: la conversión personal y la proximidad. La primera de las ideas, a través de la oración, los sacramentos y la formación; y la proximidad, “siendo una Iglesia que escucha, acompaña y se hace presente donde estén quienes necesitan tanto acompañamiento material como espiritual”.

Presentación de la síntesis durante la asamblea final, en la Fundación Pablo VI.

Asimismo, se considera que para hacerlo posible,  es importante la complementariedad y la corresponsabilidad de las tres vocaciones: laicado, sacerdocio y vida consagrada. Y apuntaron que para ello, “hay que evitar el clericalismo, la falta de compromiso laical o perder la esencia de la vida consagrada”.

En cuanto a los temas que han tenido mayor incidencia en este proceso sinodal, destacan el papel de los laicos, especialmente el de la mujer, en los órganos de responsabilidad y de decisión en la Iglesia: los abusos sexuales, de poder y conciencia, manifestando la necesidad del perdón, acompañamiento y reparación; y la necesidad de institucionalizar y potenciar los ministerios laicales.

Mirada a la diversidad

Por otra parte, también se ha mencionado, aunque con menor incidencia, de la ordenación de mujeres y el celibato opcional. Otro punto que destacaron fue la atención sobre la importancia de que la Iglesia tenga una mirada específica respecto al tema de la diversidad.

Más de 600 personas participaron en la asamblea de cierre de la fase diocesana del Sínodo.

Otras de las aportaciones se resumen en tres llamadas. Una, a crecer en sinodalidad, promover la participación de los laicos y superar el clericalismo, compartiendo responsabilidades.

Tras la presentación de las conclusiones, los participantes, entre ellos la delegación de Salamanca, tuvieron ocasión de reflexionar a nivel personal y grupal, y dejarlo por escrito en unas cartulinas de colores preparadas para ello, para acentuar los subrayados y las lagunas.

En la sesión de la tarde se compartieron las nuevas aportaciones de los participantes en la asamblea final. Respecto a los subrayados, se resumieron en formato de decálogo: conversión personal, formación, liturgia, sinodalidad, mujer en la Iglesia, clericalismo bilaterial, acogida, discernimiento, pastoral familiar y jóvenes y continuidad del proceso.

Las carencias del documento

De lagunas, en el documento final se detectaron la ausencia de niños, mayores y discapacitados, la pastoral vocacional y la referencia al diaconado permanente, y la Palabra, primer anuncio, misión, comunicación. En total, los participantes entregaron en la asamblea un total de 230 tarjetas con nuevas propuestas.

Asistentes a la asamblea, siete de ellos de la Diócesis de Salamanca.

Después de exponer los resultados de las reflexiones de la asamblea final, el arzobispo emérito de Zaragoza, Mons. Vicente Jiménez, coordinador del grupo sinodal, hizo entrega de un pendrive con la síntesis final y las nuevas propuestas al presidente de la Conferencia Episcopal, que a su vez entregará a la Secretaría General del Sínodo.

El obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana.

El obispo de la Diócesis de Salamanca, Mons. José Luis Retana, calificó de “gracia” la experiencia vivida, “ver como estamos aquí representantes de todas las diócesis”. El prelado salmantino cree que es momento que dicha síntesis final, “la hagamos vida, de tal modo que sea un estilo de vida, un modo de ser, que sea propio de la Iglesia, al escucharnos, discernir juntos, porque es lo que el espíritu desea”.

El responsable sinodal de la Diócesis de Salamanca, el vicario de Pastoral, Policarpo Díaz, confirmaba que la asamblea de Madrid, “ha estado preparada con exquisitez, llena de testimonios que nos han dejado impactados, qué cosas tan bonitas”. Su sensación al concluir la fase diocesana es que es un documento, “calcado al nuestro, con coincidencias, resulta muy consolador que todos andemos en lo mismo, que todos tengamos las mismas inquietudes, los mismos sueños, las mismas esperanzas”.

La presencia de cinco laicos de la diócesis

La Diócesis de Salamanca estaba representada por cinco laicos. Alfonso Salgado, tras finalizar la asamblea, reconocía que la síntesis final, “me ha parecido que representa muy bien el sentir de todos los que hemos participado, esta era su finalidad”. Y que a su vez le ha gustado lo que ha escuchado en los pasillos, “que el equipo redactor ha trabajado de lo lindo para recoger el sentir de todos los grupos diocesanos”.

Elena Guzmán subraya el día festivo vivido en la asamblea, “ha sido un día de encuentro alegre”. Ella piensa que el camino no será sencillo, “pero se nos anima a ser creyentes del siglo XXI, donde tenemos que tirar para adelante amando las dificultades del documento último”. Esta laica también considera que todos nos sentiremos identificados de ese documento final.

Un momento de reflexión durante la celebración de la asamblea.

Otro de los laicos salmantinos que acudieron a la asamblea final fue Juan Antonio Mateos, que al igual que Alfonso y Elena, forman parte de la comisión diocesana del Sínodo. “Esto no es un punto de llegada sino de partida, donde esperamos que la Iglesia siga el camino sinodal”, sentencia. Este laico lo resume en cuatro palabras: la corresponsabilidad, la escucha, el camino y la misión, “y tenemos que estar unidos en la misión”.

A Rosario Guerrero, otra laica de la Diócesis de Salamanca presente en Madrid, el Sínodo le ha permitido “tener a Dios en mi corazón”. Para ella, escuchar y discernir han sido palabras clave en este proceso, que ella ha vivido desde el grupo sinodal de Manos Unidas. Esta laica a puesta por seguir alimentado la semilla puesta en el Sínodo, “que continúe Dios en nuestra vida, que siga siendo el Evangelio”.

Por último, Mamen Rivas, otra de las laicas salmantinas que acudió a Madrid, confirma que para ella, este Sínodo, “ha sido una metáfora muy parecida a lo que todas las familias hacemos cuando se emprende una reforma en casa, que supone tomar la decisión, convocar a todos a escuchar, que supone un gran enriquecimiento para todos”. Este proceso vivida, para esta laica es una “gran reforma interior, llena de esperanza, de ilusión, como una columna que nos sostiene, que merece la pena”.

Homilía de la eucaristía

Antes de concluir la asamblea final del Sínodo tuvo lugar una eucaristía, “para dar gracias al Padre por haber puesto a la Iglesia Universal en el camino sinodal, como destacó el cardenal Omella al iniciar su homilía. Al respecto de este proceso, insistió en que no debe acabarse hoy, “que no sea un momento puntual, sino el inicio de un largo recorrido, porque el Señor nos quiere juntos, quiere que avancemos junto como pueblo de Dios en marcha bajo la guía del espíritu santo”.

Celebración de la eucaristía antes del cierre de la asamblea.

El presidente de la Conferencia Episcopal terminó su homilía resaltando tres verbos que proponía el papa Francisco en la eucaristía de apertura del Sínodo: encontrar, escuchar y discernir. “Tres acciones que marcan un estilo de ser y de estar en la Iglesia y en el mundo”.

Por último, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Mons. Luis Argüello, fue el encargado del acto final de envío. “Ahora somos enviados a seguir peregrinando como discípulos-misioneros por quien es Camino, Verdad y Vida, y a sembrar en nuestra sociedad la novedad del Evangelio”. Como símbolo de envío se entregó un pequeño saquito de semillas a cada participante de la asamblea final, elaborado por las Monjas Concepcionistas de Osuna, en Sevilla.

Envío final por parte del secretario general de la Conferencia episcopal, Mons. Luis Argüello.

 

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SÍNTESIS SOBRE LA FASE DIOCESANA DEL SÍNODO SOBRE LA SINODALIDAD DE LA IGLESIA

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