26/04/2020
Esta nueva situación de confinamiento a que nos ha llevado la pandemia ha supuesto un cambio significativo en nuestro trabajo. En primer lugar, hemos dejado de tener una pastoral que se caracterizaba por el contacto directo con la gente, a otra, donde lo virtual es lo que predomina. Esto ha supuesto para nosotros un esfuerzo en cuanto a aprender a manejar mejor este mundo de las plataformas digitales, y por otro lado, a ser creativos para estimular y acercar la fe a los hogares.
Esto, sin duda, va a suponer un antes y un después en cómo trabajar pastoralmente, pues aunque lo ideal sea la relación directa de uno a uno y en grupo con las personas, tendremos que acostumbrarnos a comunicarnos cada vez más por estos medios. Por otro lado, quizás ante las consecuencias imprevisibles de esta situación, se pueden modificar hábitos que exijan otro modo de acercarse, estimulando en nosotros otras formas de Evangelización en medios de realidades nuevas y desconocidas.
En segundo lugar, a pesar de la dificultad del momento, tenemos una experiencia positiva del trabajo realizado pues la gente ha respondido a las propuestas ofrecidas, incluso han participado aquellos que no hubieran venido a nuestras reuniones en el centro parroquial. También valoramos positivamente en estos encuentros virtuales que se hayan conocido miembros de distintos grupos de la parroquia que de otra manera era más complicado.
Por otro lado, los catequistas aunque no pueden seguir tan de cerca a sus grupos de niños, sí que los han implicado en general en las actividades que les hemos planteado. También, observamos que el mismo grupo de catequistas se ha comunicado mucho más, aunque sea por whatsapp, ya que hemos hecho actividades comunes que requerían ponerse de acuerdo.
En tercer lugar, a los sacerdotes nos ha cambiado también la manera de celebrar, no estábamos acostumbrados a hacerlo solos, y aunque nos entristece no tener la presencia física de la comunidad, también hemos aprendido a orar más en silencio en la eucaristía.
Por otro lado, hemos tomado más conciencia de nuestra tarea de ser transmisores de consuelo y esperanza para aquellos que lo pasan mal, aunque sea por teléfono, o cuando vamos al cementerio a enterrar, y sobre todo, a tenerlos más presentes en nuestras oraciones y la Eucaristía diaria.
El trabajo que venimos realizando de atención pastoral se lleva a cabo sobre todo a través de las redes sociales, en la página Facebook parroquial, el email, Whatsapp, y Zoom:
También, una iniciativa que ha tenido su eco, es que las familias pusieran un pequeño altar de oración en su casa y nos enviaran la foto para subirla a la plataforma.
Si hay algún testimonio de vida o alguna experiencia de evangelización también la subimos: por ejemplo, en este tiempo, se ha regalado el Evangelio a los enfermos en algún hospital.
En cuanto a la catequesis de iniciación cristiana, cada catequista se comunica con los padres y niños a través de un grupo de Whatsapp. Cada semana enviamos un tema de trabajo que los niños en forma de taller elaboran a través de una grabación en audio, vídeo o foto que envían a la catequista, y luego se hace un montaje con lo trabajado y se sube a la página parroquial de Facebook.
Por ejemplo, en Semana Santa hemos trabajado estos talleres: los ramos, las velas de Resurrección y el viacrucis. Ahora en Pascua estábamos trabajando el Via lucis, y en mayo, las imágenes sobre la Virgen María y los dones del Espíritu Santo. Los que comulgarían este año están además recibiendo cada semana algunos recursos (fichas, catequesis interactivas,…) para repasar todo lo que es la eucaristía.
Asimismo, cada semana enviamos por email y Whatsapp a los padres una celebración sencilla, explicando el Evangelio del domingo, con su power point, para que la familia rece en casa.
El grupo de poscomunión está manteniendo las catequesis del domingo por medio de la plataforma Zoom, a las 11.00 de la mañana, siguiendo el itinerario de la acción católica con el catecismo Testigos del Señor.
También con la plataforma Zoom, abierta para todos los miembros de la parroquia rezamos vísperas dos veces a la semana, los miércoles y viernes a las 19.00 h. En la Semana Santa hemos tenido la Hora Santa y el viacrucis.
Los sacerdotes seguimos celebrando la eucaristía diaria y ofreciéndola por las personas fallecidas de la parroquia, rezando por todos aquellos que nos encomiendan la oración, y teniendo especialmente presentes a todos aquellos que participan en los grupos de la parroquia, en las catequesis de comunión o confirmación, y aquellos que han celebrado sacramentos como el bautismo, o que los iban a celebrar y ya no pueden.
Por otro lado, también los sacerdotes seguimos ofreciendo el sacramento de la Unción de los enfermos, aunque nadie nos la ha pedido al ser una parroquia de población muy joven. Y por supuesto, si alguna persona ha fallecido y es enterrado aquí, vamos al cementerio a rezar una oración. También hemos utilizado el teléfono para llamar a todos aquellos que podían necesitar una palabra de aliento y esperanza, sobre todo, a aquellas familias que han perdido un ser querido.
Por último, no podemos olvidar que participamos en el aplauso de las 20.00 horas, donde no solo nos solidarizamos con los que ayudan a atajar la pandemia, sino que estamos creando una relación de amistad con los vecinos de enfrente.