25/10/2019
El deán de la Catedral de Salamanca, Florentino Gutiérrez, y el director de la Fundación Iberdrola, Ramón Castresana, han suscrito hoy un convenio para la renovación de la iluminación del retablo mayor de la Catedral Vieja. El objetivo es dotar al conjunto de una iluminación moderna y eficiente que evite deslumbramientos y respete al máximo su conservación.
Durante la firma, Gutiérrez recordó la importancia de este espacio de la Catedral, “el retablo es el mejor modo de poner el Evangelio a disposición de todos los fieles, y con este cambio en la iluminación, se va a ver mucho mejor, y nos va a costar menos”. Asimismo, manifestó que se trata de un espacio donde se celebran una gran parte de las bodas de Salamanca, conciertos y las grandes celebraciones litúrgicas de la diócesis. “Dar vida a este retablo y al conjunto de la Catedral Vieja es otro paso adelante”, subrayó. El deán agradeció el apoyo de mecenas como la Fundación Iberdrola, “que están dando la vida para que la Catedral vaya adelante”, al igual que otras instituciones, “o los turistas que pasan por aquí cada día”.
Por su parte, Ramón Castresana reconoció que el trabajo técnicamente “es muy complejo”, porque el retablo es curvo, por su altura y la anchura del mismo. Además, el director de la Fundación Iberdrola aclaró que la actual iluminación es “anticuada”, y el consumo energético “importante”, además de que produce sombras, “e incluso la propia iluminación puede estar dañando alguna de las obras”.
Con este proyecto se instalará un sistema más eficiente, “con una tecnología led que aparte de reducir el consumo energético, también lo hace con las emisiones de CO2 a la atmósfera”, al igual que el recibo de la luz, como reconoció, “en un 60-70% de lo que actualmente le puede costar a la Catedral”.
El primer paso será quitar la iluminación actual, manifestó Castresana, y después, revisarán como está dicha instalación, con un plazo de ejecución estimado de entre tres y cuatro meses. En cuanto a la inversión, desde Iberdrola calculan que el coste rondará entre los 45.000 y 50.000 euros.
Durante el montaje, como aclaró Florentino Gutiérrez, no se verán afectadas las visitas a la Catedral, “y se podrá visitar y seguir saliendo por el claustro”. De hecho, el deán adelantó que están a punto de concluir las obras de la Casa de la Cabeza, “donde se instalará la tienda de los recuerdos y la salida a la calle, por la capilla de Santa Catalina”.
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