30/09/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Las humedades habían apagado el interior de la iglesia del Carmen de Abajo, de los Carmelitas Calzados del Convento de San Andrés, ubicada muy próxima al río Tormes. La comunidad decidió invertir en el templo para acondicionarlo para sus fieles, y tras algo más de dos años de obras, el miércoles, 29 de septiembre, ha reabierto sus puertas.
En su interior ya no hay huella de las humedades que habían oscurecido sus paredes, y la luz se proyecta con más fuerza en las paredes pintadas de blanco. El padre carmelita, Alejandro López-Lapuente, Sandro, reconocía el día de la reapertura que la comunidad estaba contenta después de dos años de obras, “estamos ilusionados, teníamos ganas de volver a celebrar con la gente, de abrir la iglesia, de que puedan venir a rezar y a visitar a la Virgen del Carmen o a San Judas Tadeo”. Además, señala que quiere que esta comunidad sea abierta, “donde aparte de tener la casa de noviciado y de formación de los jóvenes, sea un poco la casa de todos los que se sienten cercanos a nuestra espiritualidad, o simplemente pasen por aquí, es un gran gozo y una alegría”.
En cuanto a las obras, como detalla este carmelita calzado, “se han hecho muchas cosas en esta iglesia, que es la misma pero al mismo tiempo complementa distinta”. Entre ellas, y enumera, “se han saneado las humedades, se ha cambiado el suelo por completo y se ha puesto suelo radiante para que estén más calentitos en invierno”, argumenta.
Por otra parte, se han cambiado los bancos, “poniendo unos más cómodos”, y también se ha limpiado toda la piedra y el retablo, “y se ha cambiado toda la zona del presbiterio, así como las puertas de entrada a la sacristía, que es nueva, y han hecho una capilla donde va a estar ubicado el Santísimo”.
Según este padre carmelita, “ha sido una reforma completa, que incluye las puertas de entrada o una nueva rampa de acceso para que la gente con carrito o con discapacidad pueda acceder con mayor comodidad a la iglesia, que era algo muy demandado”.
El pasado 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el obispo de Salamanca, Carlos López Hernández, dedicó el nuevo altar de la iglesia y, con ello, quedó preparado para celebrar el culto.
A partir del 30 de septiembre, el horario de misas será de lunes a viernes, a las 20:00 horas; los sábados, a las 9:00 horas; y los domingos y festivos, a las once de la mañana y a la una del mediodía.