03/04/2020
Con el inicio del estado de alarma en España y el confinamiento para hacer frente al coronavirus, la Diócesis de Salamanca ha tenido que adaptar a esta situación su atención evangelizadora, pastoral y social. Las nuevas tecnologías permiten mantener la cercanía con la comunidad diocesana, para transmitir una eucaristía, el reto del ángelus o la llamada de turno a los feligreses para comprobar que todo va bien.
Desde la Conferencia Episcopal se lanzó la propuesta de repicar las campanas cada día a las doce, en la hora del Ángelus, dedicado a los enfermos del virus, los fallecidos, sus familiares y todos los profesionales que trabajan en primera línea.
La atención social de la Iglesia de Salamanca nunca se ha parado ni “cerrado”, ya que Cáritas diocesana continúa con su labor junto a los más desfavorecidos. Para atender a los colectivos con mayor vulnerabilidad durante el estado de alarma, Cáritas ha readaptado sus acciones y recursos para continuar su labor caritativa y social, siguiendo las medidas indicadas por el Gobierno para la contención del virus y velando en todo momento por la atención y cuidado de estas personas.
Así, continúa apoyando a las personas sin hogar en la Casa de acogida Padre Damián y en Espacio Abierto, en este último se han establecido tres turnos de comida con un número máximo de 15 personas en cada uno, para poder mantener la distancia de seguridad establecida por las autoridades. Además, se mantiene activo el servicio de duchas para la higiene personal. En la Casa de acogida ‘Samuel’, para personas afectadas con el VIH-Sida, también continúa abierta, extremando las precauciones.
Además, el servicio de Acogida y Atención Primaria de la sede de Cáritas, se realiza con cita previa, para evitar aglomeraciones y cumplir con las medidas de prevención indicadas. Sin embargo, otros centros han tenido que cerrar su actividad presencial pero la mantienen por vía telefónica personalizada, como es el caso del centro ‘Padre Basabe’ (de formación y empleo) y el centro de día de atención a drogodependencias y servicio ambulatorio; o Ranquines (para personas con problemas de salud mental) donde además realizan un seguimiento diario de las personas para compartir el momento que están viviendo y acompañarlas; los centros sociocomunitarios: San José, Chamberí – Tejares, Baraka (que ofrecen la atención por teléfono o internet); y el servicio de asesoría jurídica, que mantienen la atención telefónica.
Otra de las acciones sociales de la Iglesia salmantina es la de la congregación de las Hijas de la Caridad, quienes han habilitado un piso de aislamiento para una familia que no dispone de alojamiento para esta finalidad, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital.
Los sacerdotes de la Diócesis de Salamanca también han cuidado estas semanas la dimensión evangelizadora, en algunos casos, retransmitiendo las eucaristías a diario desde sus casas, a través de Facebook o Youtube, como lo hacen Juan José Calles, Alfredo Fernández o Leo Ramos, la parroquia de Santa Marta de Tormes, el Centro de espiritualidad San Ignacio o el Coristado Mercedario, entre otros.
Asimismo, se realizan otras acciones, como impartir la catequesis. Como apunta el párroco de Cristo Rey, Juanjo Calles, le sorprende el eco que está teniendo: “Se conectan y enganchan personas y familias de tantos puntos, de todos los continentes y ciudades de España”. Para este presbítero, “es una cosa realmente impresionante, ver la fuerza que tienen las eucaristías domésticas”, porque como insiste, “se enganchan y les llega el consuelo de la Palabra y el Sacramento”.
Desde el Servicio diocesano de Comunicación Social de la diócesis se comparte cada día el “Evangelio en casa”, con la colaboración de sacerdotes, laicos y religiosos, quienes invitan a meditar la Palabra de Dios de cada día, comprenderla y aplicarla en nuestra vida. Además, se realiza un boletín diario informativo sobre toda la actualidad, entre otras acciones.
Otra forma de comunicación entre sacerdotes y feligreses es a través del teléfono, y es habitual que los fieles de mayor edad reciban la llamada de sus párrocos. En primer lugar, como ellos mismos argumentan, “para hacerles compañía y conocer si tienen algún tipo de necesidad”. Como explica el párroco de Guijuelo, Amable García, “tenemos algunas iniciativas abiertas al servicio de la comunidad”, y especialmente, subraya dos líneas de teléfono para la atención de las personas mayores o con dificultades de movimiento, “para atenderlas en caso de necesidad”.
Y aclara que el servicio de Cáritas parroquial, a través de línea telefónica “sigue disponible para atender a los casos de urgencia”.