20/07/2018
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) reunida en Salamanca, del 16 al 22 de julio, ha celebrado sus Cursos de Verano con la participación de 300 personas representando a 42 diócesis. En estos días se ha propuesto a los y las participantes un espacio de oración, diálogo y profundización, en un clima de convivencia y fraternidad en torno al lema: “Ante el futuro del trabajo: fraternidad y justicia”.
A lo largo de esta mañana ha contado con la presencia de monseñor Carlos López Hernández, obispo de Salamanca, que ha animado a las personas participantes a “potenciar la dimensión social de la fe, tal y como nos alienta el papa Francisco y a asumir los desafíos en materia de formación para el laicado presente en todo el mundo”.
Del mismo modo, la HOAC ha emitido un comunicado de conclusiones en el que denuncia, entre otras cuestiones, cómo “el trabajo ha ido pasando progresivamente de ser un bien para la vida a ser un instrumento para la producción”, cuya “deshumanización coloca a la persona en una peligrosa situación de vulnerabilidad y exclusión social”.
El texto del comunicado evidencia “la precarización del trabajo que padecen muchos trabajadores y trabajadoras”, lo que supone también “la degradación de la empresa y de la economía”. En este sentido, la HOAC invita a la sociedad a “repensar el sentido y la función que realmente deben tener para que sirvan al bien común”.
“Ante la situación de insolidaridad estructural que se vive en todo el mundo, respecto a los trabajadores y trabajadoras”, este movimiento de Acción Católica especializada considera esencial el “compromiso sindical en la pobreza y en la debilidad del mundo obrero, para ser testigos vivos de un proyecto de humanización, uniendo amor y justicia” y al mismo tiempo, apuesta por el “papel estratégico de las organizaciones de trabajadores, pilares fundamentales de la democracia que, mediante el diálogo social y la negociación colectiva, construyen sociedades más justas”.
Finalmente, reclaman “la centralidad de la persona y el derecho al trabajo decente en un modelo de desarrollo inclusivo, solidario y respetuoso con la casa común”.