20/11/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Diócesis de Salamanca se unirá a la conmemoración del Día Mundial en recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico con una eucaristía en memoria de todas las personas que han perdido la vida en la carretera y para ofrecer apoyo a sus familiares. La celebración tendrá lugar el viernes, 24 de noviembre, a las 19:30 horas, en la iglesia del Monasterio de Santa Isabel, en Salamanca, y será presidida por Francisco Buitrago y asistida por el responsable del Servicio diocesano de Apostolado en Carretera, el diácono David González.
Esta jornada mundial se celebra el tercer domingo del mes de noviembre y fue proclamada oficialmente en 2005 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de ofrecer un reconocimiento a las víctimas de accidentes y la difícil situación que deben afrontar los familiares. Cada año, esta jornada es secundada por el Departamento de Pastoral en Carretera de la Conferencia Episcopal Española y las Delegaciones diocesanas de Apostolado en Carretera parar honrar a las víctimas y destacar la importancia de cuidarnos unos a otros mientras compartimos el espacio vial.
En Salamanca, la celebración de este día se ha pospuesto al 24 de noviembre, y contará con la presencia de familiares, asociaciones de víctimas de accidentes, transportistas, conductores,… que son invitados a participar por el Servicio diocesano de Pastoral en Carretera. Un servicio que tiene como objetivos el compromiso continuo en la promoción de la seguridad vial y el apoyo a las personas que sufren las secuelas de un accidente, a su familiares y a las personas que les cuidan.
Anualmente, los accidentes de tráfico arrebatan la vida de casi 1.3 millones de personas, dejando a su paso más de 50 millones con daños y lesiones irreversibles. Estos incidentes constituyen la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años. En 2022 perdieron la vida en siniestros de tráfico 1.145 personas, y detrás de cada estadística hay una historia de dolor y pérdida que afecta a numerosas familias. Por otro lado, los factores de riesgo de accidentalidad siguen siendo: la alcoholemia, la velocidad, las distracciones y el uso del móvil y no llevar puesto el cinturón de seguridad, entre otros.