31/10/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Diócesis de Salamanca convoca a toda la comunidad diocesana a participar en una eucaristía en memoria de los laicos, sacerdotes y consagrados que dedicaron sus vidas al servicio de la Iglesia de Salamanca, y que han fallecido desde el 3 de noviembre de 2023. La misa se celebrará el próximo miércoles, 6 de noviembre a las 18:30 horas en la Catedral Vieja, y estará presidida por Mons. José Luis Retana.
El vicario general, Tomás Durán, ha solicitado a los familiares de los fallecidos que envíen sus nombres antes del 5 de noviembre, a través del correo electrónico: casadelaiglesia@diocesisdesalamanca.com o llamando al teléfono 923 12 89 00, para incluirlos en oración de la eucaristía.
En la carta que ha remitido a la comunidad diocesana, Tomás Durán explica el sentido de esta celebración: “La Iglesia de Salamanca, unida a su pastor y obispo, quiere recordar a los que han dormido en el Señor”. En ella, menciona a los sacerdotes, “que, con su vida, han querido mostrar la Vida de Aquel que murió y resucitó por nosotros”; a los fieles laicos, “que se han sembrado en el surco de la vida diocesana, y con ellos quedan enterradas semillas de amor familiar, fe humilde, trabajos bien hechos, dedicación a la comunidad humana donde han vivido, esperanzas de justicia y fraternidad, gozos y fatigas, bien sea en aldeas perdidas, barrios o la misma ciudad”. También recuerda a los hermanos y hermanas de la vida consagrada, quienes “han dado testimonio de la provisionalidad de la vida y de la alegría que supone el darla a los pobres”. Y concluye que la siembra de todos “no quedará sin fruto, pues el Padre, “todo lo hará nuevo'”(Ap 21,5).
Tomás Durán también expresa su cercanía con los familiares y amigos de aquellos que fallecidos cuya muerte, “por su edad y situación”, ha provocado “un fuerte dolor, angustia y desconcierto”, no solo en ellos, sino también “en toda la sociedad salmantina”.
Al respecto, el vicario general reflexiona sobre la esperanza en la resurrección: “Todos ellos han caído como caen las hojas amarillas del otoño, y tras la purificación del invierno, esperan la Resurrección de la vida que florece y renace de nuevo por la victoria de Jesús Resucitado“. Tomás, afirma que “esta es nuestra esperanza”, que será “avivada por el próximo Jubileo 2025″ que nos invita a ser “peregrinos de la esperanza”, siendo semilla de ella en el mundo”.