ACTUALIDAD DIOCESANA

Entre las propuestas para parroquias, delegaciones, movimientos o cofradías, está la de seguir revisando el trabajo en la iniciación cristiana o profundizar en la importancia del Día del Señor

Una vez finalizada la XII Semana de Pastoral de la Diócesis de Salamanca se han dado a conocer las prioridades de cara al nuevo curso 2019/2020. El objetivo es que se trabaje con ellas en las parroquias, delegaciones, cofradías, movimientos, congregaciones o consejos pastorales, entre otros campos diocesanos.

Entre esas prioridades está la de seguir revisando y mejorando el trabajo en la iniciación cristiana, y como apunta el vicario de Pastoral, Policarpo Díaz, “crear en las parroquias equipos que se dediquen a la pastoral bautismal”, y además, que se acuda “masivamente” a la iniciativa de los ‘Jueves de Iniciación’, “para seguir dándole vueltas a la creación de nuevos dinamismos”. Asimismo, con la ayuda de la Pastoral Juvenil y Universitaria, “ir posibilitando que los jóvenes de las parroquias queden vinculados en unos grupos o comunidades de jóvenes, si no es posible por parroquias, al menos en los arciprestazgos”.

Otro reto es seguir profundizando en la importancia del Día del Señor, “a través de la iniciativa de la comisión ‘Sin el Domingo no podemos vivir’: www.sineldomingonopodemosvivir.com”, y todas las acciones que diseñan.
Asimismo, en este curso quieren seguir creciendo e implantando en la diócesis el recurso del acompañamiento, “a través de la formación reglada que está recibiendo un grupo significativo de personas, que pronto podrán ofrecerse para ser acompañantes de otros”, precisa Díaz. Por otra parte, se plantean dar nuevos pasos en algunas propuestas de la Asamblea Diocesana, como el de la creación del Servicio de Animación Bíblica de toda la pastoral; el reglamento de la Delegación Diocesana de Pastoral Social y el reglamento de la Delegación Diocesana de Familia y Vida.

Por último, el vicario de Pastoral pide en estas prioridades que se trabaje “con más comunión”, y, por ejemplo, “que las parroquias limítrofes, de la misma unidad y del mismo arciprestazgo, tiendan a hacer convocatorias de acciones únicas, al menos en los tiempos fuertes de Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua o Pentecostés”.