23/04/2021
“¿Para quién soy yo?”, esta pregunta que lanza el Papa Francisco a los jóvenes en su exhortación apostólica Christus vivit es el lema y la inspiración de la Jornada Mundial de las Vocaciones y de las Vocaciones Nativas, que la Iglesia celebra este domingo, 25 de abril. Una jornada, que como describe el director del Servicio diocesano de Misiones, José Miguel González, “invita a los jóvenes a hacerse esta pregunta, no solamente, ¿quién soy yo?, sino, ¿para quién soy yo?”.
El texto dice: “Eres para Dios, sin duda, pero él quiso que seas también para los demás, y puso en ti muchas cualidades inclinaciones, dones, carismas que no son para ti, son para todos, para otros”, apunta el Santo Padre.
Como detalla González, esta jornada tiene tres objetivos. El primero de ellos, “es suscitar el interrogante por la vocación, de especial consagración, al sacerdocio, a la vida misionera, pero también a cualquier otra vocación en la Iglesia”. Al respecto se plantea, “¿a qué me llama el Señor?”. Y, cree que esta pregunta hay que hacérsela sobre todo a los jóvenes.
Por otro lado, tiene como meta invitar a todos a la oración. “Hemos de orar al dueño de la mies para que envíe obreros a su mies”, aclara. Pero esta oración, reitera, “es una oración que nos implica, es decir, tenemos que decirle también a Dios: “Aquí estoy”, aquí estoy para lo que tú me llames, para lo que tú desees de mí”. En este sentido, se invita a que la comunidad cristiana y la sociedad en general promuevan las vocaciones cristianas que la Iglesia necesita en nuestro contexto y en nuestro mundo, con la oración y el acompañamiento.
El responsable diocesano de Misiones detalla un tercer objetivo de esta jornada: “Para poder ayudar con nuestra economía, que aunque esté debilitada por la pandemia, a territorios de misión, porque hay muchos seminarios, muchos seminaristas en territorios de misión mucho más pobres que nuestras iglesias, que necesitan de nuestra ayuda”, sentencia.
Las vocaciones nativas son las que surgen en los territorios de misión y que muchas veces tienen serias dificultades para seguir adelante. Estas vocaciones han recibido el evangelio de los misioneros, son el signo de que éste ha arraigado en sus culturas y se convierten en pieza clave para el futuro de sus Iglesias locales. En los últimos treinta años estas vocaciones se han duplicado.
¿Cómo podemos colaborar? Aportando nuestro donativo en la colecta de las misas del 25 de abril. Através de ella se financian becas de estudio para sostener y dotar de recursos a las vocaciones nativas.
En cuanto a la imagen de la campaña organiza por CEE, CONFER, CEDIS y OMP, José Miguel González apunta que se trata de una encrucijada de vías, “que invita a preguntarnos por la necesidad de qué hacemos con nuestra vida”. Y la pregunta está en el aire: “¿Para quién soy yo?, que nos debemos de hacer cada uno”. Asimismo, se representa un símbolo, que es la cruz y el mundo, “que quiere recoger ese símbolo lo que decía el Papa”, sobre que somos para el Señor, “pero también somos para los demás.”
El director de Misiones invita a celebrar esta jornada en todas las comunidades parroquiales y grupos, “con ilusión y entusiasmo”, teniendo muy presente en este día a los seminaristas, especialmente por los de la Diócesis de Salamanca, Alfonso Hernández, Ciriaco García, Adrián Morales y Mario Cabrera, y a los miembros de institutos religiosos y vida apostólica.
La celebración diocesana, con una eucaristía, tendrá lugar este domingo, 25 de abril, a las 20:00 horas, en la parroquia de Sancti Spiritus.
José Miguel González recuerda que también en Salamanca hay muchos hermanos y hermanas que han entregado su vida al Señor y están trabajando por el Reino. ¿Quién soy? , y ¿para quién soy yo? Es lo que algunos de ellos responden en el spot que han preparado los Servicios de Misiones y Comunicación Social para la Jornada Mundial de las Vocaciones del próximo 25 de abril.
Es el caso de Jesús Vicente, sacerdote de la Diócesis de Salamanca desde hace 58 años, en los que ha intentado “anunciar el evangelio a las comunidades a las que he sido enviado” y “celebrar el misterio pascual en la mesa de la Palabra y en la mesa de la eucaristía”, que como reconoce son “fuente y culmen de la vida cristiana”.
O el de la religiosa María Josefa Hernández de la congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús y natural de Paradinas de San Juan. “Mi vida es para Dios y para los demás” afirma “con un servicio alegre, desinteresado y generoso a los enfermos. Practicando con ellos la hospitalidad al estilo del Buen Samaritano del evangelio y en cualquier parte del mundo”. De hecho su vida ha transcurrido en España, Inglaterra, África y en la actualidad en Salamanca.
El de los misioneros Felizardo Luheia, de la congregación de Mariannhill quien subraya “estoy para evangelizar, para llevar la Buena Nueva a toda la gente”, y, Jesús Bayo, hermano marista quien estuvo 30 años en Chile y 13 en Cuba, “soy fundamentalmente para el Reino, para Jesucristo, como todo misionero”.
Sor Lilliam, de las Hermanitas de los Pobres, que está “para servir a los ancianos pobres con mis manos, ser la mano de los ancianos, y con mis pies y mi voz, al servicio de la Iglesia y por amor a Dios”. Y el seminarista Ciriaco García, quien responde que está “para el Señor, que me ha llamado a seguirle respondiendo cada día con un sí y poniendo toda mi confianza en él”.
Para el sacerdote diocesano Wilton Araujo, natural de Brasil y que lleva cinco años al servicio de la Diócesis de Salamanca, “el sentido de la vida humana es estar abierto a los demás, a los que están cerca, a los que nos necesitan. Yo soy para el otro”, subraya.
También comparten su testimonio matrimonios, como Raimundo e Irene, “juntos intentamos dar testimonio a cuantos nos rodean de que la fe da sentido y alegría a nuestras vidas y que nos hace felices estar con ellos y para ellos”; y jóvenes como Blanca Ruíz, volcada en la experiencia de voluntariado Molokai. “Yo soy voluntaria por y para los demás”, proclama. “Desde Molokai intentamos que cada uno de nosotros aporte ese pequeño granito de arena para poder ayudar a todas las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social o en situaciones más desfavorecidas”.