ACTUALIDAD DIOCESANA

12/06/2020

La Catedral Vieja acogerá este domingo la celebración diocesana del Corpus Christi sin procesión

El domingo 14 de junio, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi), el obispo de Salamanca, Carlos López Hernández, presidirá la Santa Misa en la Catedral Vieja, a las 18.00 horas. No habrá procesión, y la celebración concluirá con una exposición del Santísimo y la bendición eucarística. El aforo está limitado a 200 personas y es obligatorio el uso de mascarilla.

 

La Iglesia celebra este domingo, 14 de junio, la solemnidad del Corpus Christi,  el gran día de la Eucaristía y Día de la Caridad, bajo el lema: “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta”. En esta ocasión, la celebración tendrá lugar en la Catedral Vieja, a las 18.00 horas, y el acceso al templo se llevará a cabo por la puerta de Santa Lucía (junto a la entrada de Ieronimus). Ante las medidas impuestas por la alerta sanitaria por el coronavirus, no se llevará a cabo la tradicional procesión por las calles de la ciudad, y la misa concluirá con la exposición del Santísimo Sacramento y la bendición eucarística. La celebración se emitirá en directo por streaming a través del canal YouTube de la Diócesis de Salamanca.

La colecta se llevará a cabo al término de la celebración y, como es habitual, la recaudación de este día se destinará íntegramente a Cáritas diocesana de Salamanca.

Se recomienda acudir al templo con antelación para evitar aglomeraciones y mantener siempre la distancia social, ya que por motivos de seguridad sanitaria, se ha limitado el aforo a 200 personas. Además, se exige el cumplimiento del protocolo de medidas para la asistencia a misa y prevención de la covid-19: uso obligatorio de mascarilla y aplicarse gel hidroalcohólico en las manos antes de entrar en el templo, que para ello habrá voluntarios  que lo suministrarán. Y una vez en el interior, se recomienda seguir manteniendo la distancia de seguridad y sentarse en los bancos que estén señalizados con una pegatina verde.

Colecta a beneficio de Cáritas

“Corpus Christi es una fecha muy significativa para toda la Iglesia, desde su fe en Cristo y su compromiso evangélico “se apela a toda la comunidad cristiana a tomar conciencia de la situación en la que nos encontramos, al tiempo que se hace un llamamiento a la oración y al compromiso cristiano a través del ejercicio de la caridad”. La colecta del Corpus Christi en todos los templos de la diócesis se destinará íntegramente a la labor social de Cáritas diocesana de Salamanca. La institución ha duplicado la atención a familias desde el inicio de la crisis sanitaria por la covid-19, atendiendo a más de 1.300 familias e invirtiendo más 392.000 euros en ayudas de primera necesidad. A lo largo de 2019, Cáritas diocesana acompañó a través de sus diferentes programas a más de 14.500 personas. 

En medio de esta pandemia que nos ha tocado vivir, “hay mucha gente que necesita recuperar el poder de ser persona”, ha recordado el vicario de pastoral, Policarpo Díaz.  En este domingo de Corpus, “ojalá al vivir la centralidad de la eucaristía”, en la fiesta del Corpus Christi, “nos lleve directamente al encuentro con la persona, con cada persona, con todas las personas”, especialmente, “las que más sufren, las que más tocadas y deterioradas han quedado de esta pandemia”.

Por este motivo, invita a la comunidad diocesana, “a tomarle el pulso al corazón de cada creyente sobre el valor y el poder de cada persona”, porque para él, es la mayor tarea pastoral y apostólica que podemos hacer. Al tiempo que subraya la importancia de la generosidad y del compartir, para ponerlo al servicio de los demás, “tenemos la oportunidad en esta campaña de Cáritas de aportar lo que somos y lo que tenemos al servicio de los más pobres”. Como una consecuencia lógica de celebrar la eucaristía: “No puede haber eucaristía sin compartir, y no puede haber un compartir que no nazca de descubrirnos muy queridos por un amor que nos desborda”.

Orígenes de la solemnidad

La celebración de esta solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII. En 1215, ante quienes afirmaban la presencia simbólica y no real de Cristo en la Eucaristía, el Concilio Lateranense IV afirmó la verdad de la Transustanciación, que el Concilio de Trento de 1551 reafirmó definitivamente: con la consagración del pan y del vino se lleva a cabo la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre.

En Bélgica, tras las experiencias místicas de Santa Juliana de Cornillon, se estableció una fiesta local en 1247 en Lieja. Después de algunos años, en 1263, un sacerdote que había llegado a Bolsena se vio afligido por la duda sobre la presencia real de Jesús mientras celebraba la misa: durante la consagración, de la Hostia rota salieron unas gotas de sangre. Después de este evento, el Papa Urbano IV decidió en 1264 extender la solemnidad del Corpus Christi a toda la Iglesia.

 

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER
Actualidad Diocesana

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies