11/02/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Catedral de Salamanca ha abierto una ventana al pasado con la publicación de “Los estatutos medievales de la Catedral: estudio y transcripción”, el segundo tomo de la colección Fuentes Documentales del Archivo Catedral de Salamanca, editado por la Catedral y presentado este lunes, 10 de febrero. Un libro que permite comprender cómo funcionaba el Cabildo catedralicio y cómo se administraba la Catedral entre 1230 y mediados del siglo XVI, gracias a la transcripción y análisis de sus normas y reglamentos.
Coordinado por el canónigo archivero, Casimiro Muñoz, el libro es fruto de la colaboración de la Catedral de Salamanca y la Universidad Nacional de la Plata (Argentina). Un proyecto en el que han participado la doctora Rosana Vassallo que dirige el equipo de investigación paleográfica de dicha universidad, integrado por las especialistas Carla Cimino y Rocío Pauwels; el profesor emérito de la Universidad de Salamanca, José Luis Martín; el investigador Roberto Velasco, el licenciado Francisco Javier García Santos y el técnico de la Archivo Catedral de Salamanca, Pedro Gómez.
La edición es el resultado de la comparación de un mismo texto documental conservado en tres códices manuscritos diferentes, como explicó la doctora Rosana Vassallo, cuyo equipo ha llevado a cabo esta transcripción y la traducción del latín: “Dos de la segunda mitad del siglo XV y un tercero de mediados del siglo XVI”. El estudio incluye índices de personas y lugares que aparecen en los textos, así como ordenanzas relativas a la asignación del diezmo.
A poco más de cinco años de que las normas más antiguas del Cabildo cumplan ochocientos años, el libro no solo recopila esas ordenanzas, también revisa aspectos históricos que han sido transmitidos de forma errónea: como la atribución de la autoría de los primeros estatutos de la Catedral al obispo Juan Lucero que ha llevado a revisar toda su historiografía, así como el uso de la capilla de Santa Bárbara, donde se encuentra el sepulcro del prelado, y su relación con la Universidad de Salamanca y los exámenes de licenciados. “No siempre hay que dar por verídicas las cosas que se dicen, hay que contrastarlas documentalmente”, destacó el canónigo archivero, Casimiro Muñoz.
A diferencia de otros documentos normativos de la época, estos estatutos fueron elaborados por el propio Cabildo, “sin intervención directa del obispo”, y “poseen un gran valor histórico” por la información que revelan sobre las condiciones vida, las relaciones económicas y la administración de los bienes de la catedral en la Edad Media. Un “contenido rico y variado”, como lo calificó el profesor emérito de la Universidad de Salamanca José Luis Martín, en el que predominan “las disposiciones relativas al culto en la Catedral, al servicio del coro y del altar mayor, así como asuntos mucho más mundanos y de la vida cotidiana reveladores de las condiciones de vida de la época”. Es el caso de la disposición sobre cómo actuar con de niños expósitos abandonados en la puerta de la Catedral, se intentaba localizar a los padres, otro sobre la prohibición a los canónigos de acceder al coro con armas ofensivas, así como aquellos sobre las condiciones de arrendamiento o subarrendamiento de las propiedades del cabildo.
Una de las particularidades de este libro es que recoge una relación muy completa de los lugares de la diócesis en los que el Cabildo percibía rentas “hablamos del año 1265; es la primera mención de multitud de lugares y pueblos de Salamanca y de la Tierra de Medina del Campo”, señaló el canónigo archivero, Casimiro Muñoz. En total, se registran “430 topónimos de Salamanca y unos 50 de los pueblos de la comarca de Medina del Campo”.
Este responsable instó a los investigadores a analizar esta relación de lugares, ya que en algunos casos representa la primera mención escrita de esos pueblos. Además, esta relación “permite valorar la importancia demográfica y económica de cada uno de ellos”, así como su riqueza, vinculada al diezmo, “y nos muestra una estructura que es muy importante”, como indicó José Luis Martín, tanto en lo referente “a las iglesias de la ciudad como del poblamiento rural en el s. XIV”, que era “mucho más disperso que el actual”. Solo en la ciudad de Salamanca existían “36 iglesias románicas”, entre ellas San Marcos, Santo Tomás Cantuariense, San Cristóbal, San Adrián o San Justo, estas dos últimas ya desparecidas.
Por su parte, la doctora Rosana Vassallo, destacó el esfuerzo realizado en la traducción de los textos en latín, y señaló algunas observaciones sobre los manuscritos, como “los constantes descuidos del copista” o “la falta de equilibrio cronológico sobre la normativa compilada”. A pesar de ello, afirmó que estos estatutos “presentan datos sumamente valiosos para el conocimiento de la institución capitular durante la época medieval”.
La Catedral ha puesto esta documentación a disposición de los investigadores con una “traducción cuidada” que respeta el espíritu original del texto. El técnico del Archivo Catedralicio, Pedro Gómez, apuntó que los estatutos son “una documentación fundamental. Sin ella, una institución no puede funcionar”. Una documentación de primer nivel para los que “se utilizaba materiales de mucha calidad” que han permitido su conservación hasta la actualidad.
Además, destacó el esfuerzo de la Catedral de Salamanca en la conservación y difusión de su patrimonio documental, y mencionó la importancia de digitalizar estos documentos para facilitar el acceso a un público más amplio. Concretamente, este libro, además de su versión impresa, está disponible en formato digital a través de la página web de la Catedral, donde también se recogen otra treintena de títulos en soporte digital a los que se puede acceder gratuitamente: https://catedralsalamanca.org/instrumentos-de-descripcion/