26/06/2019
Entre los programas y centros de Cáritas diocesana de Salamanca se encuentra la Casa de acogida Samuel, destinada a enfermos de SIDA-VIH, que acaba de cumplir su 25º aniversario, con 25 residentes en la actualidad. Este recurso se empezó a gestar en 1993 y fue inaugurado el 17 de junio del año siguiente. “Fue la primera casa que se abrió en Castilla y León para los afectados de VIH-SIDA, y en la actualidad, solo queda ésta y otra en Valladolid”, indica Carmen Calzada, directora de Cáritas diocesana de Salamanca.
“Cáritas apostó por este proyecto porque en aquel momento estas personas eran las más vulnerables y excluidas de la sociedad”, apunta Ana Arnés, directora de Casa Samuel. “Hay cosas que han cambiado pero seguimos apostando por ello, aún queda mucho camino por recorrer”, porque como asegura, aunque a nivel sanitario se ha avanzado mucho, “a nivel social y de discriminación sigue siendo una enfermedad muy estigmatizada. Es una enfermedad crónica que provoca muchos prejuicios”, asevera Arnés.
El proyecto ha ido en paralelo a la realidad del VIH-SIDA, como indica la directora de Casa Samuel, “cuando empezamos eran años difíciles en los que las personas que accedían a la casa estaban en fase terminal, con la salud muy deteriorada”. Ella asegura que durante los primeros años del centro se registraron muchos fallecimientos. Después, con los nuevos tratamientos y avances a nivel sanitario y científico, la calidad de vida de estas personas ha mejorado. En Casa Samuel “les ayudamos a vivir con dignidad, en la casa hay mucha vida”, insiste la directora.
Un cuarto de siglo después, la Casa Samuel sigue siendo “referente en la región”, afirma su directora. En estos años han sido acogidas 170 personas, “superando la media de 5 años de residencia”. La casa tiene capacidad para 14 personas, como indica Arnés, y en 2018 residieron 25.
Las personas acogidas en Casa Samuel están en situación de exclusión social, sin apoyo familiar, con escasos recursos económicos, personas sin hogar,… “que afrontan una vida un tanto complicada y además de hábitos y medicación, en la casa les ayudamos a recuperarse, a iniciar un tratamiento médico, y se les acompaña a nivel psicológico, afectivo o personal”, como enumera Arnés. En el proyecto hacen un servicio de acogida y acompañamiento personal, también en el hospital, y cuentan con un proyecto de intervención comunitaria para personas que residen en un domicilio fuera de la Casa Samuel y que necesitan los servicios de Cáritas.
Con una eucaristía de acción de gracias se iniciaban el pasado 24 de junio, fiesta de San Juan Bautista, los actos conmemorativos de este 25 aniversario de la Casa de acogida Samuel que se van a a prolongar a lo largo de este año. La celebración tuvo lugar en la iglesia de la Santísima Trinidad, en el barrio del Arrabal, y al finalizar tuvo lugar una merienda en la Casa, que contó con la presencia de los residentes, voluntarios técnicos de Cáritas diocesana y amigos.