18/12/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Catedral va a ser el centro del Año Jubilar en Salamanca, de un acontecimiento que celebra la Iglesia universal cada 25 años, con su epicentro en Roma. La seo salmantina será el templo jubilar de la diócesis, “el oasis de espiritualidad donde la comunidad diocesana pueda revitalizar la fe y pueda beber de los manantiales de la esperanza, sobre todo del manantial de la reconciliación y el de la eucaristía”, ha destacado el vicario de pastoral, Andrés González en la presentación de los actos de apertura del Jubileo de la Esperanza en la diócesis.
El obispo de la Diócesis de Salamanca, Mons. José Luis Retana, resaltó que el Año Santo es un tiempo especial, “de gracia, un tiempo para la reconciliación con Dios, con los hermanos, y con la naturaleza”.
El prelado indicó que el nombre de Jubileo procede de la palabra hebrea “Yobel”, que es el cuerno que tocaban los israelitas, “y cuando se tocaba ese cuerno se comenzaba el Año Jubilar, que era un tiempo de reconciliación y de descanso, para la naturaleza y para la agricultura, es decir, pararse a recomponerse y recomenzar de nuevo”.
El vicario de Pastoral, Andrés González Buenadicha, insistió en la presentación del programa, realizada el 18 de diciembre, día en el que la Iglesia celebra a Nuestra Señora de la Esperanza, que quieren que sea “la propia esperanza”, que da nombre a este Año Jubilar, “la que atraviese toda la vida parroquial, de los movimientos, de las cofradías o de los colegios”.
Este responsable diocesano subrayó que la idea es vivir “un tiempo de gracia para reavivar la esperanza en el corazón del pueblo creyente, del pueblo de Dios”. Y esa esperanza se llevará en medio de la sociedad salmantina, “queremos cantar la esperanza en la creación, entre los jóvenes, llevarla a los enfermos y a los ancianos, o entre los pobres y aquellos que sufren la violencia y la guerra”. González Buenadicha recuerda que la Iglesia quiere ser “forjadora y artesana de esperanza en medio de nuestra comunidad diocesana, porque todos necesitamos esperanza”. E insistió que “todos estamos sedientos de bondad, de verdad y de belleza y esa sed que tenemos creemos que podemos beberla en ese manantial de la esperanza”.
El papa Francisco abrirá la puerta santa en San Pedro del Vaticano el próximo 24 de diciembre, a las 19:00 horas, y en las iglesias locales, como la de Salamanca, el inicio del Año Jubilar se celebrará el domingo, 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia. La celebración de apertura dará comienzo a las 17:00 horas en la iglesia de La Purísima, con el rito introductorio y la lectura de varios pasajes de la Bula Spes non confundit, que convoca el Jubileo. Desde este templo, la comunidad diocesana, encabezada por su obispo, Mons. José Luis Retana, iniciará una peregrinación hacia la Catedral, que pretende ser “un signo del camino de la esperanza del pueblo peregrino hacia la cruz de Cristo”, y por eso abrirá el camino el Cristo del Amor y de la Paz, de la hermandad que lleva su nombre.
Una talla anónima del siglo XVII, que procesiona en la tarde del Jueves Santo, y permanece al culto en la iglesia de la Santísima Trinidad del Arrabal, “un signo del camino de la esperanza del pueblo peregrino tras la cruz de Cristo”, precisaba el vicario de Pastoral. El recorrido hasta la Catedral contará con el acompañamiento musical de la Banda municipal de música de Alba de Tormes.
El acceso al templo se realizará por la Puerta del Obispo de la Catedral Nueva. Una vez en el interior se llevará a cabo el rito del Bautismo y la eucaristía de apertura del Año Jubilar presidida por el obispo, Mons. José Luis Retana, a las 18:00 horas. Cabe recordar que la colecta de ese día se destinará a los proyectos sociales de Pastoral Penitenciaria, un gesto de cercanía en este jubileo hacia las personas privadas de libertad, en sintonía con el llamamiento del papa Francisco en la bula, donde invita a dirigir nuestra atención a los colectivos más vulnerables, entre ellos los presos, y a recordar que la esperanza es para todos.
El programa presentado, que incluye diferentes acciones mensuales, busca mucho más que ser un simple “folleto”, según Andrés González su propósito es: “que resuene, se celebre y construya la esperanza en esos rincones más necesitados de ella”. Responde así a la llamada del papa Francisco para este año jubilar: “llevar a esperanza a los presos, a los enfermos, a los jóvenes, a los migrantes, a las personas mayores y a los pobres”. Con este objetivo, las iniciativas incluyen tanto actos culturales como litúrgico-celebrativos y peregrinaciones.
Así, durante el mes de enero se tendrá presente a las personas privadas de libertad, con dos conciertos: uno en el Centro penitenciario de Topas y otro en la iglesia de la Sagrada Familia. En marzo, la Semana de la Esperanza, en la que se abordará la esperanza “desde diferentes miradas, como la Sociología, la Política, la Antropología, la Teología o el Arte, entre otras”.
Y en el tiempo de Cuaresma, como detalla el vicario de Pastoral, “queremos que las cofradías se pongan en modo esperanza“, y todas esas celebraciones penitenciales como vía crucis, triduos o quinarios, “estén atravesados por la esperanza”.
Asimismo, la intención de la diócesis es que el Año Jubilar se viva en los arciprestazgos y parroquias, “y que busquen un tiempo a lo largo de la Cuaresma para orar por la esperanza”. Y en Pascua, “queremos dar protagonismo a los jóvenes, a los enfermos y a los ancianos“, con la Vigilia de la Luz de los Jóvenes el 9 de mayo, y la celebración de un Via Lucis el 25 de mayo, en la Pascua del Enfermo, “que lleve la esperanza a aquellos que más sufren”, en los hospitales y en las residencias de ancianos.
A los más jóvenes se les dedicará una jornada para hablarles de esperanza y del Jubileo, “del amor ilimitado de Dios hacia ellos”. También, a finales de julio se celebrará en Roma el Jubileo de los Jóvenes, con la participación de una delegación de la Diócesis de Salamanca. Esta no será la única peregrinación, ya que en marzo, el obispo, Mons. José Luis Retana, también participará en el Jubileo con un grupo de fieles de Ciudad Rodrigo y Salamanca.
Ya en otoño, como adelantó Andrés González Buenadicha, el curso se abrirá con una nueva Semana de Pastoral, “donde estará la esperanza y este jubileo muy presente en todo su contenido y forma”. En los últimos meses del año se pondrá especial atención en la migración, y en los hermanos más vulnerables, con un encuentro intercultural en octubre, y la Jornada de Mundial de los Pobres, a mediados de noviembre, para terminar el Año Jubilar el 28 de diciembre de 2025, “cuando el obispo clausure el Jubileo de la Esperanza” en la Catedral.
Por su parte, Laura García, una joven del equipo de Pastoral Universitaria y miembro de la Comisión diocesana para el Jubileo 2025, compartió su testimonio de fe y compromiso en la vida de la Iglesia, tras haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa en 2023.
Ella comenzó transmitiendo a los jóvenes que busquen la esperanza, “en un mundo en el que hay un montón de incertidumbre, sobre todo para ellos”. Con muchos interrogantes sobre si tendrán trabajo o vivienda, “y a veces se nos echa la culpa de muchas cosas, o de que si no estamos donde tenemos que estar, que si somos la generación de cristal, que si estamos todo el día con el teléfono o de fiesta”.
Pero esta joven recuerda que en situaciones como la vivida hace apenas mes y medio en Valencia, tras el paso de la DANA, “muchos jóvenes dejaron todo lo que estaban haciendo para ofrecer su ayuda”. Laura resalta que sí, “que estamos en el mundo y seguimos siendo solidarios, y tenemos mucho que decir”. En su caso, y el de muchos otros jóvenes, como ella misma relata, “tenemos a Jesús presente en nuestras vidas, y así lo vivimos en la JMJ de 2023, con un millón y medio de jóvenes allí”.
De esa experiencia recuerda los momentos de catequesis, los celebrativos, o los de oración. “Dejamos las comodidades de nuestras casas para dormir en pabellones, ducharnos con agua fría, o esperar largas colas para montarnos en un tren”, recuerda, pero todo ello, “con una alegría inmensa”, porque como resalta, “estábamos todos allí por el amor a Jesús y el encuentro con Él“, y no faltaron los cantos, las risas, o las palabras amables por todos lados.
Laura García invita a otros jóvenes de la diócesis a que repitan esta experiencia que a ella tanto la marcó, en el próximo Jubileo de los Jóvenes, que se celebrará en Roma del 28 de julio al 4 de agosto, para edades comprendidas entre los 17 y los 35 años. “Que no se nos olvide que los jóvenes somos el futuro de la Iglesia, pero también somos parte del presente, en el que debemos fortalecer el encuentro con Jesús“.