25/03/2020
¿En qué consiste la labor del sacerdote consiliario general de las cofradías?
La primera tarea que tengo encomendada es acercarme a la realidad que suponen las cofradías, hermandades y congregaciones de la Diócesis de Salamanca, porque lo que no se conoce no se ama. Además, es importante que sepan que estoy ahí para acompañar y estar a su entera disposición.
¿Cuál es el principal reto?
El principal reto es que los cofrades se sientan representados por alguien, en este caso el consiliario, que es un sacerdote, y, por tanto, tiene que servir, como nos dijo Jesucristo: “No he venido para que me sirvan sino a servir…”.
¿Cuál ha sido la aceptación de las nuevas normas diocesanas entre las cofradías?
La aceptación ha sido positiva y ahora tenemos que ir dando pasos para ponerlas en práctica. También habrá que limar asperezas a ciertas cuestiones, pero lo más importante es sentirse injertos en la Iglesia diocesana, que formen comunidad y la formación.
¿Funcionaba la pastoral cofrade de la que se habla en las normas diocesanas?
La pastoral cofrade ya existía entre las hermandades, y ahora el objetivo es potenciarlo a nivel diocesano. Otro reto del mundo cofrade es que cada cofradía se siente en un mundo aparte, están aisladas, pero ser cristiano individual no se puede, por eso esa dimensión comunitaria es fundamental, y potenciar que lo que nos pasa, el problema de una cofradía, es un problema de todas.
¿Qué análisis realizaría de la situación actual de las cofradías?
Voy viendo detalles que son mejorables. Hay un cierto individualismo en el que insistimos mucho, porque cuando surge un problema con una cofradía hay diferencias. Tenemos que potenciar un poco más esa dimensión comunitaria, caritativa y social. He visto quizás demasiadas separaciones y egos personales que tenemos que superar.
¿Existe conciencia de pertenencia a la Iglesia y a la diócesis por parte de ellas?
Yo creo que sí hay conciencia, sin generalizar, pero un grupo significativo de miembros de las cofradías se siente cristianos y miembros de la Iglesia, y por tanto, corresponsables en la tarea de evangelizar a través de nuestras imágenes titulares y salidas penitenciales. Otro gran reto es cómo compaginar la gran riqueza que tenemos, que son las cofradías de Semana Santa, pero también las de gloria, para que también se sientan de pleno derecho, porque están desperdigadas, que se han sentido aisladas.
¿Qué reclaman a la diócesis?
Ante todo, creo es la cercanía, y que se confíe en ellos. Si ahora decimos que creemos en los laicos, las cofradías están formadas por un 100% de laicos. A veces los consiliarios no tenemos muy claro el papel que tenemos que hacer. En este sentido, celebraremos un encuentro con ellos, para limar asperezas y ver el trabajo que podemos hacer.
¿Qué papel desempeña la Catedral en el mundo cofrade?
Queremos que las cofradías se sientan en la Catedral como en su casa, que al final es la Iglesia madre. La Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos saldrá de la Catedral Vieja porque su iglesia está en obras, o el Rosario, que también saldrá en procesión de ella. La Catedral es enorme y tiene cabida mucha gente. Lo importante es tener las puertas abiertas, y uno de los lemas del Papa Francisco fue ese, tener las puertas abiertas, y eso tiene que hacer la Catedral. En la programación que tenemos para Cuaresma y Semana Santa están incluidas las cofradías, y si puede existir más colaboración, bienvenido sea.
Las cofradías mueven a cientos de jóvenes, ¿cómo se pueden atraer a una mayor implicación diocesana?
Cada persona es un mundo, es un hijo de Dios, y es destinatario de recibir la buena noticia. Con ellos siempre tenemos que tener una actitud de acogida, que se sientan queridos y aceptados. Lo más importante es valorarlos. Iremos trabajando en ello.
¿Qué importancia tiene la formación?
Con la formación queremos crear esa hambre de formarse. El primer curso ha tenido éxito, pero lo que queremos es potenciarlo también en el medio rural donde hay cofradías, no solo en la capital, en zonas como Vitigudino, Ledesma o Peñaranda, entre otras. Desde la Delegación de Apostolado Laical estamos al servicio de todas las cofradías. Y la formación no solo irá dirigido a los responsables de las cofradías, sino también a los responsables de cultos, a los tesoreros o los de la pastoral, entre otros.
En las normas de las cofradías se habla de asumir como un campo propio de evangelización el de la piedad popular, ¿cuáles son las ventajas?
El Papa Francisco ha insistido en que la religiosidad popular tiene mucha importancia, y nosotros lo tenemos que ir viendo. En la evangelización, las cofradías tienen un papel destacado en el primer anuncio porque la gente viene predispuesta a dejarse llevar por la Virgen o el Cristo, ya les tiene ganado el corazón, y depende de nosotros que lo alimentemos.
Y de cara a Semana Santa, ¿qué mensaje lanzaría a los cofrades para vivir todo este tiempo?
Si existe la Cuaresma es porque existe la Pascua. El gran problema es que celebramos la muerte y no celebramos la vida, damos más importancia a la Cuaresma, pero tenemos que insistir más en que lo verdaderamente importante es que Cristo murió en la Cruz, sí, pero para resucitar.
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