Nos encontramos en el inicio de uno de los grandes cambios de época en la historia de la humanidad. Las nuevas tecnologías (de la información, nanotecnologías, tecnología biomédica, etc) están modificando nuestro modo de vida, de relación, de configuración de nuestras sociedad, de entendernos a nosotros mismos….
La ciencia en el pasado ha posibilitado la modificación del medio ambiente. En la actualidad está en condiciones de modificar al mismo ser humano aplicando masivamente la tecnología sobre su naturaleza. Se habla del final del homo sapiens y de la aparición del cyoborg y del inforg, un ser humano que intercambia información con la bioesfera pero también con realidades virtuales.
En las ciencias humanas se ha introducido el debate en torno al “posthumanismo” y al “transhumanismo”. Se ha anunciado el fin del homo sapiens que dará paso a una especie nueva en la que algunos elementos de la naturaleza se combinarán con otros facilitados por la tecnología aumentando exponencialmente las capacidades humanas (de visión, de cálculo, de movimientos…). Enfermedades y dolencias que hoy constituyen una amenaza serán erradicadas, y hasta se ha asegurado que en un futuro no muy lejano la muerte será totalmente eliminada.
Por otra parte, la inteligencia artificial y los big data están sustituyendo a la decisión humana. Se habla de armas automáticas que se activarán ellas solas a partir de parámetros establecidos y sin que tenga que ponerlas en marcha la decisión humana. La selección personal y de distribución de las tareas se realiza en muchas empresas por procesamiento de datos a partir de los perfiles profesionales. Lo que en un principio parecía que era una ayuda a la decisión del ser humano, en la actualidad está sustituyendo a ese misma decisión.
Este panorama de nuestro presente suscita preguntas. ¿Es cierto que la tecnología podrá alterar la naturaleza humana? o ¿seguiremos siendo humanos, demasiado humanos?. Plantea también enormes desafíos éticos y provoca una reflexión llamada a integrar los avances de la técnica en un proyecto humanizador. A los creyentes nos empuja a pensar de nuevo el sentido de la creación y de nuestra condición de “imágenes de Dios”.
Este año las Conversaciones de san Esteban están dedicadas a toda esta problemática. Coordinadas por un teólogo, Ricardo de Luis Carballada, y un investigador en medicina, Rogelio González Sancho, intentan poner en diálogo investigación científica y reflexión filosófico-teológica. Teniendo en cuenta que nuestra ciudad de Salamanca cuenta con centros de investigación biomédica de primer orden se ha recurrido a especialistas en investigación celular, genética, neurociencias e inteligencia artificial. Por otra parte, un grupo de profesores de filosofía y teología propondrán un marco de pensamiento humanista que ayude a integrar los avances de la ciencia en un perspectiva humanizadora.
Los especialistas en ciencias y en ciencias humanas presentarán su perspectiva. Será el público asistente al que le corresponderá articular el diálogo entre ambas perspectivas.
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