18/03/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
En una sociedad donde la vida humana se ve amenazada por el aborto, la baja natalidad, la trata de personas, la esclavitud moderna, la migración forzada, la precariedad económica o el abandono de los más vulnerables, la Iglesia reitera su compromiso de proteger y cuidar toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural. Un compromiso se hace visible cada 25 de marzo, en la solemnidad de la Anunciación del Señor, con la celebración de la Jornada por la Vida: una ocasión para reconocer y celebrar que cada vida es un don y una fuente de esperanza.
Con este motivo, la Delegación de Familia y Vida invita a la comunidad diocesana a participar en la Oración diocesana de acción de gracias por la Vida, que se celebrará el próximo sábado, 22 de enero, a las 20:00 horas, en la iglesia de San Benito, bajo el lema: “Abrazando la vida, construimos esperanza”.
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida recuerdan en su mensaje que esta jornada adquiere un significado especial en el marco del Jubileo ordinario del año 2025, convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de esperanza”. Un mensaje donde destacan que uno de los signos de esperanza radica en “tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás“, y animan a una reflexión profunda sobre el sentido de la existencia y el destino del ser humano.
Además, alertan sobre el “invierno demográfico”, señalando que el descenso de la natalidad en países como España puede ser debido a “los ritmos frenéticos de la vida, de los temores ante el futuro, de la falta de garantías laborales y tutelas sociales adecuadas”, como señala el papa en la Bula de convocatoria del Jubileo, Spes non confundit. También indican que el número de abortos en España se ha incrementado “desde la aprobación de la ley del aborto en España” y precisan que desde 1985 hasta 2023 se han practicado en nuestro país más de 2,5 millones de abortos voluntarios. “Solo en 2023 se registraron 103.097 abortos».
Ante esta realidad, los obispos españoles presentan como luz de esperanza el matrimonio cristiano y el amor conyugal abierto a la vida, resaltando que cada hijo es “una bendición divina y un signo concreto de esperanza para la humanidad”. En este sentido, hacen un llamamiento a la sociedad y a los gobiernos para promover políticas públicas que no solo protejan a las familias, sino que también favorezcan un entorno económico y social propicio para que los jóvenes puedan formar familias con estabilidad. Todo esto incluye «asegurar empleos dignos y estables, un salario justo, una vivienda adecuada y ofrecer incentivos que disuadan de la emigración». Además, piden que estas políticas reconozcan la maternidad como una vocación esencial, garantizando a las madres el apoyo necesario para vivirla con dignidad.
Los obispos concluyen su mensaje uniéndose a la petición del papa Francisco de impulsar “una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica y que trabaje por un porvenir que se caracterice por la sonrisa de muchos niños y niñas que vendrán a llenar las tantas cunas vacías que ya hay en numerosas partes del mundo”.