30/09/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El sacerdote diocesano, Juan Díez Miguel, ha fallecido el 29 de septiembre en Salamanca, a los 83 años de edad, y tras 59 años de fructífero ministerio desarrollado en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en la ciudad de Salamanca.
Juan nació en la localidad salmantina de Mata de Ledesma, en 1938, en el seno de una familia numerosa y creyente de siete hermanos. Desde muy niño colaboraba como monaguillo en su parroquia y pudo ser allí donde brotó la semilla de su vocación, como reconocía en 2012 al celebrar sus bodas de oro sacerdotales.
Cursó sus estudios eclesiásticos en el Seminario diocesano, unos años “hermosos y gratificantes”, como calificó, por las experiencias vividas y compartidas con los amigos y compañeros. Al terminar los estudios fue ordenado sacerdote en Salamanca en 1962, y su primer destino pastoral fue la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en la ciudad, primero como coadjutor y veinte años después, como vicario responsable de dicha parroquia, junto al sacerdote, Argimiro García, y posteriormente, los dos como párrocos in solidum y moderator de dicha parroquia, hasta 2014, y de la Parada de Arriba, en la que continuaba como encargado.
En estas parroquias ha consagrado su vida este sacerdote, muy querido por los niños y jóvenes, quien impulsó los campamentos “Jucayba”, que se celebraban cada año en la Sierra de Gredos, y que organizaban las parroquias de El Carmen y San Juan Bautista, donde inculcaron a miles de jóvenes el amor por la naturaleza y el servicio a los demás como bases de la convivencia diaria.
Juan Díez también fue encargado de las parroquias de Carrascal de Barregas y Calzadilla de la Valmuza, y ha sido representante en el Consejo presbiteral, y en el actualidad, era capellán en el Hospital de la Santísima Trinidad, en Salamanca; y diputado del patronato de dicho hospital , así como miembro del Consejo diocesano de Asuntos económicos.
“¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”, se repetía Juan aludiendo al salmo 115: “Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”, comentaba al celebrar sus bodas de oro en el ministerio presbiteral. Hoy damos gracias a Dios por su vida.
La capilla ardiente está instalada en la sala 4 del tanatorio San Carlos Borromeo, y la misa por sus exequias tendrá lugar mañana, viernes, 1 de octubre, a las once de la mañana en la parroquia de Santa Teresa, y será enterrado en su localidad natal.
Descanse en paz, don Juan.