23/12/2020
El Papa Francisco recordaba el año pasado en su carta apostólica “Admirabile signum”, que el belén es como “un Evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura”. Al respecto, alentaba a las familias a seguir con esta tradición de preparar el belén, “también en sus lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles…”.
En este documento del Santo Padre se recoge el hecho de que el belén forma parte “del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe”, comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, “nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él”.
Durante los próximos días es momento de sentir esa fe y esa unión con Dios por medio de la tradición de los belenes. Con la situación actual de pandemia, las medidas de seguridad y de distancia también están presente en los diferentes belenes que están expuestos en la capital salmantina. En esta ocasión nos centraremos en los que están vinculados a diferentes hermandades de la Diócesis de Salamanca.
En la iglesia de La Purísima está ubicado el de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado, que instala cada año Óscar Terrero, todo ello artesanal, “hemos hecho a mano las casas, los carros y el resto de enseres, donde siempre hay algún pastor, o alguna oveja nueva que dan vida al belén”, apuntaba en el programa diocesano de COPE, “Iglesia Noticia”.
En esta ocasión, como su propio autor relata, el nacimiento se puede visitar desde los cuatro lados, con sus correspondientes caminos: “El de la luz, el del pan, el del vino y el del agua, relacionados con elementos que hay en el belén”, subraya Terrero. El objetivo es que esos caminos ayuden a ver, “qué necesidades de pan, de agua, de alegría y de luz hay en el mundo”. El horario de visita en La Purísima es de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:45 horas. Los sábados, el horario de la tarde es de 17:30 a 20:00 horas.
Otro de los belenes es el de la Seráfica Hermandad del Santísimo Cristo de la Agonía, de carácter solidario, ubicado en la iglesia de San Benito. “La recaudación se destinará a la asociación ASCOL, que lucha contra las enfermedades de la sangre y la leucemia”, apuntaba el hermano mayor, José Luis Pérez.
Además, este año tienen como lema “Nuestro portal va a ser la leche”, ya que también recogerán todo tipo de productos no perecederos para las familias sin recursos, que se repartirán a través de El Comedor de los Pobres. El horario de recogida será los viernes, de 18:00 a 21:00, los sábados, de 11:30 a 14:00, y de 18:00 a 21:00 horas, y el domingo, de 11:30 a 14:00 horas, hasta el 10 de enero.
En el auditorio de San Blas también se puede visitar el belén de la Cofradía del Cristo Yacente, ubicado otros años en los locales del convento de Las Isabeles, y que en esta ocasión está formado por 113 figuras de 21 cm, que han sido realizadas por artesanos murcianos, y que ocupa una superficie de 16 metros cuadrados. Los responsables del montaje han sido Javier Pedraz, José Caraset, Gaspar García y Benjamín Llorente.
Se trata de un belén de estilo artístico en el que los cuatro belenistas han confeccionado y construido las casas, han modelado el paisaje, la iluminación de las viviendas, las calles y el ambiente. Para ello han utilizado materiales muy diversos, como madera, yeso, polietileno expandido, cartón o cuerda. En este belén bíblico se recrea los paisajes, los personajes, enseres o costumbres de aquella época. Entre esos pasajes, destacan la Anunciación a los pastores, la llegada a la posada, la matanza de los inocentes, la huida a Egipto, el Misterio y la llegada de los Reyes Mayos, entre otros. Se puede visitar hasta el 6 de enero, en horario de 17:00 a 21:00 horas, con entrada es gratuita y un control del aforo.
¿De dónde viene la tradición de montar un Belén? Lo recuerda el coleccionista, Antonio Basanta, que cuenta con la colección más importante de belenes de España. “Es la confluencia de tres fuentes fundamentales”, explica. Por un lado, la tradición ya desde el siglo I de acudir al lugar donde Jesús había nacido en Belén. En segundo lugar, un hecho del año 320. “Elena, la madre de Constantino I El Emperador, viaja a Tierra Santa, y allí rescata una serie de reliquias de la vida de Jesús que se llevan a Roma, y que comienzan a exponerse cuando la Iglesia establece el 25 de diciembre como festividad para la celebración de la Navidad”, aclara. Y, por último, el origen de San Francisco de Asís y su belén viviente del año 1223.
Para Basanta, el belén siempre es un homenaje al amor. “El belén también es una reunión, una llamada a la acogida, a la reflexión y a la solidaridad”, enumera. Para este coleccionista, el nacimiento es un festejo al amor, “y una celebración continua de la solidaridad y de la necesidad de fraternidad como elemento que no solo une a los hombres, sino que es capaz de dibujar el nuevo modelo social que tanto necesitamos”.