01/12/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
En el nuevo Video del Papa, Francisco confía a toda la Iglesia Católica, a través de la Red Mundial de Oración del Papa, la intención de oración con que elige finalizar el año. En este mes de diciembre, el Santo Padre dedica su mensaje a los catequistas, reconociendo su labor como una auténtica misión y ministerio al servició de la misión de la Iglesia. El Papa señala que se trata verdaderamente de una vocación, ya que “ser catequista significa que uno ‘es catequista’, no que ‘trabaja de catequista’”.
En estos tiempos donde el mundo sufre muchos cambios, Francisco agradece el entusiasmo de aquellos bautizados que con un continuado esfuerzo y alegría transmiten la fe, a la vez que los alienta a seguir anunciando el Evangelio “con su vida, con mansedumbre, con un lenguaje nuevo y abriendo caminos nuevos”.
Un ejemplo de un nuevo lenguaje para la catequesis es el Video del Papa de este mes, que muestra a catequistas y jóvenes trabajando en un mural. Con sprays y pinturas, decenas de niños y adolescentes -acompañados por sus catequistas- ayudan al artista italiano Paolo Colasanti (en arte Gojo) a reproducir una versión creativa de la escena del lavatorio de los pies, en una pared del oratorio de la parroquia romana de Nuestra Señora de Coromoto.
Ya en mayo de este año, Francisco había dado grandes señales hacia los catequistas al instituir su ministerio laical mediante el Motu Proprio Antiquum ministerium.
A punto de terminar el 2021, el Santo Padre ratifica esta forma de servicio que se ha mantenido a lo largo de la historia de la Iglesia, en tanto que “el ministerio laical del catequista es una vocación, es una misión”. Todavía hoy, explica en el Video del Papa, se puede ver cómo “en tantas diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en manos de un catequista”, por eso “hace falta buenos catequistas que sean a la vez acompañantes y pedagogos”.
Ser catequista, enseña el Santo Padre, no es un trabajo, se trata más bien de enseñar con paciencia, de acompañar, de anunciar la alegría del Evangelio “pero no con bocina”, sino con la propia vida, con mansedumbre, con valentía y creatividad.
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Es un gesto elocuente que Francisco dedique este último mensaje a los catequistas en el mismo año en que instituyó su ministerio laical y en que se inició el itinerario Sinodal ‘como Pueblo de Dios peregrino y misionero’.