15/07/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL
La iglesia de Santo Tomás Cantuariense es una de las novedades del programa de Apertura de Monumentos de la Junta de Castilla y León en colaboración con las diócesis. En Salamanca, este templo permite descubrir su historia, que fue construido entre los siglos XII y XIII, y los tesoros que dentro se atesoran, tanto en su arquitectura como en su imaginería.
Esta iglesia, ubicada en la calle Rosario, data de los orígenes de la ciudad de Salamanca, y según detalla el director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil, “la ciudad comienza en torno a una especie de patios o corrales donde se asienta la población, y aquí en concreto, en este lugar, se asientan los portugueses”.
Este responsable destaca una característica peculiar del templo, por su advocación a Tomás Becket (1118-1170), que siendo arzobispo de Canterbury fue asesinado por mandato del Rey Enrique II, y dos hermanos de su entorno, Ricardo y Randulfo, se establecen en Salamanca y crean esta iglesia tras la canonización por el Papa Alejandro III. Según subraya Gil, esta es la primera iglesia que en la cristiandad se dedica a Santo Tomás Becket, “por eso tiene tantísima importancia”.
Es una iglesia propia del estilo en el que se construye, “una transición del románico al gótico”, puntualiza este sacerdote diocesano. Entre las peculiaridades que resalta de la iglesia, por un lado, los capiteles del crucero, “y la bóveda de crucería, cuyos nervios están sostenidos por unas ménsulas en sus esquinas que representan a los diferentes pueblos de la tierra, dando a entender que la tarea de la Iglesia no es solo seguirle sino también convertirse porque él los envía”. Se representa por diferentes caras, de oriente, occidente, del norte y del sur.
Bajo sus muros también se custodia un sagrario de piedra del siglo XV, de estilo hispanoflamenco, donde aparecen unos ángeles muy expresivos, tallados, “antes policromado”, como argumenta Tomás Gil, “y en este sagrario aparecen los ángeles sosteniendo los elementos de la Pasión de Cristo, como el látigo, los tres clavos o la corona, dándonos a entender que se encuentra vivo y presente”.
Junto al altar, en el lateral del ábside, se encuentra un crucificado del siglo XVI, “muy expresivo, patético, que nos mueve el dolor y a la Pasión que está sufriendo, y nos introduce a través de esos cabellos pegados en forma de aguja que caen sobre su cabeza”, apunta Gil. Este Cristo pretende que quien lo mire, como describe este presbítero, “entre en un proceso de conversión al descubrir lo que ha hecho Cristo por él para salvarle con su Pasión, entrega y dolor”.
Otros elementos destacados son los sepulcros, de fundadores de algunos colegios de Salamanca, como el de San Ildefonso, o el de Santo Tomás. En un lateral del templo se puede apreciar una Virgen de la Consolación, en el altar construido para el sepulcro de Luis de la Peña, “esta pintura, de la segunda mitad del siglo XVI, representa a la Virgen María acogiendo a la gente que se encuentra cansada y agobiada, que se encuentra con el sufrimiento de la vida, y María les ofrece como remedio a su hijo Cristo, y en la otra mano sostiene una cesta de fruta, y entre los frutos elige dos cerezas, que quiere decir que nos habla del camino de Cristo para el consuelo es su Pasión y entrega”.
Tomás Gil destaca el contenido de mensaje evangélico del templo, “para que vengáis a contemplar la belleza como se ha expresado a través de los siglos y de los estilos”. El responsable del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico recuerda que junto a Santo Tomás Cantuariense se han abierto otros 21 templos de la diócesis de la capital y provincia hasta el próximo 12 de septiembre.
Ángela Rodríguez es una de las diez personas voluntarias que se encargará de mostrar la iglesia de Santo Tomás Cantauriense en estos meses de apertura. Ella pertenece al grupo de amigos del museo diocesano y valora esta iniciativa de la Junta de Castilla y León, “porque solemos acudir a las iglesias al culto, pero es bueno que también nos acerquemos a ellas para conocer su historia, el estilo, etc.” Para ella es una satisfacción poder colaborar, “me gusta mucho aprender y nos hemos preparado para estar al lado de los que se acerquen a esta iglesia y comentar lo que les interese”.