ACTUALIDAD DIOCESANA

02/08/2023

El sueño cumplido de Fray Pablo: Su presencia se hace sentir en la JMJ

El carmelita salmantino Pablo María de la Cruz anhelaba estar presente en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa y ese deseo se ha cumplido a través de una carta póstuma que ha sido entregada al papa Francisco. “La comunión de los santos me permitirá participar de otra manera más profunda y no menos cercana con usted”, señalaba este joven en su carta al presentir su final

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Este miércoles, 2 de agosto, durante el viaje en avión hacia la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, el papa Francisco recibió un regalo muy especial de la corresponsal de COPE en Italia, Eva Fernández. Se trataba de una carta póstuma escrita por el carmelita salmantino, Fray Pablo María de la Cruz Alonso, quien falleció el pasado 15 de julio, con tan solo 21 años, a causa del sarcoma de Ewing que padecía desde los 16.

Pablo se mostraba feliz tras profesar sus votos en la Orden del Carmen, el 25 de junio

Este joven había recibido la dispensa especial de la Orden del Carmen para ser admitido “in articulo mortis”, y profesó sus votos el 25 de junio en la iglesia del Carmen de Abajo, del Convento de San Andrés donde falleció la víspera de la fiesta de la Virgen del Carmen.

En la carta, fechada el 12 de julio, y escrita durante su ingreso en la unidad de paliativos del Hospital de Clínico de Salamanca, Fray Pablo María de la Cruz, expresaba su gratitud y alegría por su vida religiosa en la Orden del Carmen. A pesar de su lucha contra la enfermedad, comparte su profunda fe y la paz que encontró en Cristo Eucaristía a lo largo de esos seis años, “siendo Él el mejor paliativo y la mejor medicina a mis dolores”.

Que en Lisboa arda el fuego del Amor de Dios

El joven carmelita manifestaba en su escrito su deseo de participar en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa y su pasión por compartir el amor de Dios con otros jóvenes. “Sé por experiencia que el fuego interno que puede tener un joven enamorado de Jesús no lo puede apagar nadie. Pido al Señor que en Lisboa arda ese fuego del Amor de Dios“, escribió.

Recordatorio del funeral de Fr. Pablo María de la Cruz

“Físicamente, estoy sin fuerzas”, reconocía, “de hecho, no sé si, cuando reciba esta carta, le podré acompañar desde la oración, o, si Dios en su infinita misericordia, me habrá llamado ya. En ese caso, espero que me permita entonces echarle una mano –¡y mucho mejor!– desde el Cielo, haciendo lío y fiesta, como Vd. bien dice”.

En su carta, señalaba que unía sus intenciones de oración a las del Papa “aprovechando la JMJ”.  Recordamos que Pablo ofreció su vida “por la conversión de los jóvenes, para que se encuentren con el amor de Dios a través de Jesús Eucaristía”; por la unidad de la Iglesia, y por ayudar a “desterrar el miedo a la muerte ‘¡El Cielo existe!'”, asevera en ella.

La carta iba acompañada de un dibujo que el joven diseñó como recordatorio para su propio funeral: una cruz florecida con la inscripción: “Árbol de la Vida Eterna, signo de esperanza porque en él descansa el autor de la Vida”, junto con la cita bíblica de Isaías 43,1 (“No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío”), y un pensamiento sobre el significado de su enfermedad: “Por el sufrimiento en la enfermedad me encontré con Dios, y por la muerte en la enfermedad me iré con Él. Y, por ello, doy gracias”.

Aunque Fray Pablo ya no está físicamente entre nosotros, su ejemplo de entrega y valentía frente a la adversidad y el legado de su fe y amor a Cristo brillan con una luz de esperanza.

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Carta del Fray Pablo María de la Cruz para el Papa
Recordatorio de su funeral

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