29/06/2020
Cada año, el Servicio diocesano de Apostolado en Carretera celebra la fiesta de San Cristóbal en julio, patrono de los conductores, y lo hace junto con la Asociación de Transportistas de Salamanca, con una eucaristía en el colegio de San Agustín de Salamanca y la bendición de vehículos al término de la misa, y que cada año congrega a numerosos colectivos y profesionales del volante.
Pero este año, ambas entidades han acordado suspender los actos festivos de San Cristóbal, “para evitar aglomeraciones que puedan favorecer los contagios del coronavirus”, como ha indicado el director del Servicio diocesano de Apostolado en Carretera, David González.
También se han cancelado los actos que este servicio diocesano tenía previsto celebrar en Peñaranda de Bracamonte, como ha indicado este responsable: “En este momento es necesario garantizar y preservar la salud pública”, ha señalado, al tiempo que invita a todos a encomendarse a San Cristóbal y orar por “todos los fallecidos, por todas las víctimas de la pandemia y sus familias”.
El 5 de julio, coincidiendo con la fiesta de San Cristóbal, patrono de los conductores, se celebra la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, este año con el lema: “El transporte y la movilidad: creadores de trabajo y contribución al bien común” (Jesús recorría pueblos y ciudades, Mt 9, 35 ).
Los obispos del Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española, que promueven esta jornada, han enviado un cordial saludo a todas las personas que están relacionadas con la movilidad humana y la seguridad vial. En su mensaje, invitan a “hacer el bien, a conducir con responsabilidad, sin prisas, pensando en los demás”, a ser buenos conductores porque “conducir, y conducir bien, es un modo de ejercitar el sentido de responsabilidad y la caridad, es un acto moral”. Los prelados insisten que es necesario que “respetemos la normas de circulación no por miedo, sino por convicción”. Y animan “a no cejar en la educación vial a los niños y jóvenes de edad escolar, así como a concienciar a todos los conductores y peatones que, en buena parte, la seguridad vial depende de cada uno de nosotros, de cómo conducimos y nos comportamos”.
Refiriéndose al subtítulo elegido para la jornada de este año, los obispos destacan que el transporte y la movilidad humana generan muchos puestos de trabajo que se han visto afectados por la crisis del coronavirus: “Han sido meses en que muchos vehículos han tenido que estar parados por la covid-19. En muchos hogares no ha habido ingresos, pero sí muchas pérdidas económicas”. Por ello invitan a rezar por todas ellas.
Como en anteriores ocasiones, además del mensaje los obispos del Departamento de Pastoral de la Carretera, han publicado el subsidio litúrgico para la celebración de esta jornada.