01/02/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Este viernes, 2 de febrero, se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, una ocasión especial para dar gracias por el testimonio de entrega y dedicación de aquellos que han elegido seguir una vocación religiosa, ya sea apostólica, contemplativa, en institutos seculares, del Orden de las Vírgenes y de nuevas formas de consagración. Destacamos de manera especial a los que están presentes en la Diócesis de Salamanca.
Con el lema “Aquí estoy, Señor, hágase tu voluntad”, esta jornada nos invita a adentrarnos en las experiencias de quienes han consagrado sus vidas a Dios. Es el caso de Rosario Álvarez, Chari, del Instituto Secular Cruzada Evangélica y miembro del equipo apostólico de la Delegación diocesana de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida apostólica.
“Yo era una joven de mi tiempo”, confiesa esta sevillana. Con 16 años, a través de su madre, descubrió a las Cruzadas evangélicas en su pueblo natal Puebla de Cazalla, donde acudió para recibir formación. Allí se topó con algo que cambiaría su vida. “Descubrí algo que me impactó mucho, ver a unas personas entregadas y felices”, revela. Chari asegura que se entusiasmó tanto con la experiencia que, sin darse cuenta, encontró su propia vocación religiosa. A los 21 años ingresó en ese instituto secular. “Ahora, después de tantos años consagrada, mi experiencia es de agradecimiento”, asegura. “El Señor ha sido grande, tengo una vocación que me ha hecho feliz”.
Su Instituto secular fue fundado en 1937, por el sacerdote Doroteo Hernández, “con la misión de llevar el evangelio a los lugares más difíciles”, como asegura Álvarez. Desde hace 22 años está al frente del Centro de acogida materno infantil “Ave María”, donde desarrolla “una labor preciosa”, como la califica, con madres embarazadas y mamás con niños de hasta 5 años sin recursos o en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles una atención integral y personalizada para que puedan integrarse en la sociedad. Con anterioridad, Chari estuvo trabajando en varias escuelas y guarderías infantiles, en una residencia de mayores y también con universitarios. En todos ellos afirma haberse sentido “totalmente feliz”.
Al abordar la situación actual de la vida religiosa en la Diócesis de Salamanca, Chari destaca “la rica representación de carismas tanto en Salamanca como en la provincia” pero también percibe una carencia importante de vocaciones. “Tendremos que hacernos un planteamiento de cómo trabajar”, reconoce con sinceridad.
En cuanto a la adaptación de la vida consagrada a los cambios sociales y culturales actuales, Álvarez subraya que “la vida consagrada tiene en este momento mucho que decir”. Considera que el gran desafío en este tiempo “es adaptarnos a la sociedad y ver cómo transmitimos el mensaje del Evangelio”, siendo “coherentes y responsables con la vocación recibida”. Asegura que, aunque “estamos en un momento difícil”, es, a la vez, “apasionante”.
¿Cómo plantear la vida religiosa a los jóvenes’. En su opinión, es necesario estar más abiertos, proponerles la invitación: ‘Ven y verás” y “hablarles de la grandeza de la vida consagrada”. Resalta que “el gran problema es que Dios hoy está silenciado. Y si la gente no conoce a Dios, difícilmente va a hacer una opción por consagrarse”. Por eso, señala que la familia tiene un papel fundamental en la transmisión de la fe y en la promoción de toda vocación cristiana, “es donde uno ‘mama’ los valores religiosos y es nuestra misión trabajar en todos los ámbitos con la familia, en los colegios, las parroquias… Quizás tengamos que poner más en valor la vida consagrada y darla a conocer mucho más, desde la vida religiosa, la sacerdotal y desde nuestro Seminario, que también tiene esa falta de vocaciones”, sugiere.
Para esta consagrada, es fundamental que seglares, sacerdotes y religiosos trabajen juntos, “estamos todos en la misma barca”, y “juntos podemos afrontar todo esto, desde la humildad y la pequeñez de lo que somos ahora mismo”.
Chari deja claro que, para aquellos que han optado por la vida consagrada, la oración es un pilar indispensable. “Sin la oración no vamos a ningún sitio”, enfatiza. La intimidad con el Señor y el enamoramiento de Él son fundamentales tanto para esta entrega en la vida consagrada como para todos.
Para sensibilizar sobre la importancia de la vida consagrada, dar gracias y orar por tantos hermanos y hermanas entregados al servicio de Dios y de los demás, la Delegación diocesana de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida apostólica invita a la comunidad cristiana de Salamanca a participar en la celebración diocesana de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que tendrá lugar este viernes, 2 de febrero, en la fiesta de la Presentación del Señor, a las 19:00 horas, en la iglesia de La Purísima. Una eucaristía que será presidida por el pastor de la Diócesis, Mons. José Luis Retana. Además, CONFER Salamanca-Ciudad Rodrigo y CEDIS Salamanca-Zamora organizan la séptima edición de las Jornadas de vida consagrada, que se celebrarán los días 6 y 7 de febrero, a las 18:30 horas, en el auditorio del Colegio María Auxiliadora.