ACTUALIDAD DIOCESANA

El próximo otoño, del 3 al 28 de octubre, en Roma, se celebrará el Sínodo de los Obispos – XV Asamblea general ordinaria, dedicado a “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Es un acontecimiento muy importante de la Iglesia universal y que servirá de mucha luz para las Iglesias locales.

Para preparar este Sínodo se ha publicado, hace varios meses, un Documento Preparatorio, con una Carta del Papa Francisco, que es importante conocer. Consta de tres partes: los jóvenes en el mundo de hoy; fe, discernimiento y vocación; y la acción pastoral. Y termina con un Cuestionario para ayudar a redactar el próximo Instrumentum Laboris del Sínodo.

Como preámbulo a estas capítulos, tiene una original y  significativa mirada titulada: “Tras las huellas del discípulo amado”. Este discípulo joven, icono de los jóvenes discípulos de todos los tiempos, se dejó amar por Jesús y permanece en la Iglesia como testigo de la escuela del amor. Compañero de Jesús, desde la primera hora, vio dónde vivía el Maestro y se quedó con Él. Reposó su rostro sobre Jesús en la Última Cena en un gesto de intimidad hacia Él; se mantuvo firme junto a la Cruz, siendo símbolo de la Iglesia que acoge en su casa a María; y fue testigo del Señor resucitado en la mañana de Pascua.

La primera parte del Documento habla de los jóvenes en el mundo de hoy y constata que vivimos en un mundo que cambia permanentemente: globalización, precariedad laboral, cultura cientificista, sociedades multiculturales y multirreligiosas… Las nuevas generaciones buscan pertenencia y participación en un mundo híper-conectado; están necesitadas de adultos creíbles, testimoniales, cercanos… Los jóvenes eligen opciones en medio de muchos condicionantes económicos, sociales, laborales… difíciles para ellos.

La segunda parte ofrece tres focos para iluminar el contexto desde una luz creyente. Se nos ofrece una fotografía de la pastoral juvenil del futuro donde se ven tres caminos fundamentales: la fe; el discernimiento y la vocación. La fe en el centro, como modo de participación de la manera de ver de Jesús. La fe como iluminación de la conciencia, donde Dios quiere encontrarse con nosotros como llamada y vocación. Siguiendo la senda para el discernimiento mediante tres verbos: reconocer, interpretar, elegir. El capítulo acaba subrayando la importancia y actualidad del acompañamiento para remitir al Señor y preparar a un encuentro con Él.

La tercera parte quiere dar respuesta a la pregunta: “¿Qué podemos hacer los agentes de pastoral a favor de los jóvenes?”. Parte de un principio: toda pastoral juvenil es vocacional. El capítulo propone caminar con los jóvenes: salir, ver, llamar. Testigos que les escuchen y acompañen (comunidad, padres, pastores, educadores…). Hay que ayudar a que los jóvenes sean sujetos de su crecimiento personal, especialmente los más frágiles, los más pobres,…; buscar lugares donde estar con los jóvenes para ser muy cercanos a ellos (vida diaria, ambientes pastorales, mundo digital); proponer caminos nuevos (lenguaje, cuidado educativo, itinerarios de evangelización, silencio contemplativo…). María de Nazaret, es icono de discípula del Señor.

Este próximo Sínodo nos abrirá a un camino nuevo en la Evangelización de los jóvenes. Nuestra Iglesia diocesana, desde hace muchos años, pero ahora impulsada por el Espíritu Santo en la Asamblea, quiere continuar, ya lo hace, esta tarea tan vital, con renovada esperanza y alegría pascual. Gracias a los que ya os dedicáis a ello con alma, vida y corazón. Es muy importante leer este Documento y estar muy atentos a la preparación y desarrollo del Sínodo. Es un momento de gracia para no tener miedo de escuchar al Espíritu que sugiere opciones audaces y nuevas; pero también para escuchar a los jóvenes, porque “muchas veces revela al más joven lo que es lo mejor” (Regla de San Benito III, 3).