12/09/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El primer convento del mundo dedicado a San Juan de la Cruz se fundó en Alba de Tormes en 1676, junto al de las hermanas Carmelitas Descalzas de La Anunciación. Su iglesia se construyó entre los años 1692 y 1695. Sin embargo, durante el período de 1820 a 1823, se cerraron sus puertas y los frailes fueron trasladados a los conventos de Santa Teresa de Jesús de Ávila y San Juan de la Cruz de Fontiveros. Finalmente, el convento fue suprimido definitivamente debido a los decretos de exclaustración de 1835.
Como detalla el prior de los Dominicos en Salamanca, el padre Miguel Ángel González, el templo se edificó siguiendo “el más puro estilo de barroco carmelitano”. Durante este Año Jubilar dedicado a Santa Teresa de Jesús, esta iglesia es una de las sedes jubilares, y en ella se celebra la eucaristía cada domingo a las 11:00 horas.
Desde hace unos meses, con motivo del Año Jubilar, el convento de los Carmelitas Descalzos acoge la exposición Artis momentum, en la que se exhiben más de 200 obras de arte que datan de la época de Santa Teresa de Jesús. Algunas de estas obras son de artistas de gran renombre, como “Murillo, El Greco o Luca Giordano, entre otros”. González también apunta que tanto la presentación como el contenido “se conjugan de manera armónica en esta exposición”.
La visita se extiende por toda la planta baja del convento, que alberga las obras de arte de la exposición en más de 1.400 metros cuadrados. Este espacio incluye la iglesia, una capilla, la sacristía mayor, el claustro, el refectorio antiguo, así como las zonas de la portería y los jardines. Además, algunas de las salas de la muestra formaban parte de la casa de la hermana menor de Santa Teresa de Jesús, Juana, en el siglo XVI. Un siglo después, estas dependencias se unieron al convento.
El prior de los Carmelitas descalzos lanza una invitación para que, en el poco más de un mes que queda para clausurar el Año Jubilar, las personas “sigan las huellas de Santa Teresa de Jesús, visitando su sepulcro y las dos sedes jubilares de Alba de Tormes”. El P. Miguel Ángel González cree que así podrán acercarse a la “rica espiritualidad de nuestros santos místicos castellanos, cuya presencia es tan abundante en nuestras ciudades”.