ACTUALIDAD DIOCESANA

21/05/2024

El presbiterio diocesano celebra este jueves la fiesta del sacerdocio de Cristo

Los presbíteros se reunirán junto a su obispo, Mons. José Luis Retana, para honrar a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote con una eucaristía, el 23 de mayo a las 19:00 horas en la iglesia del Monasterio de Santa María de la Vega de las Hermanas Oblatas

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

El próximo  jueves, 23 de mayo, el clero diocesano celebrará la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, con una eucaristía solemne presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, a las 19:00 horas en la iglesia del Monasterio de Santa María de la Vega, de las religiosas Oblatas de Cristo Sacerdote, en la Avenida de los Maristas.

Esta festividad, que se celebra el jueves posterior a la solemnidad de Pentecostés, congrega al presbiterio diocesano junto a su obispo para conmemorar el sacerdocio de Cristo. Ese día se invita a los fieles a tomar conciencia del don del sacerdocio y a orar por los sacerdotes, para que el Señor continúe iluminando su ministerio. Los sacerdotes que asistan a la celebración deben llevar alba y estola, y se les pide que confirmen su participación enviando un correo electrónico a delavegaoblatas@gmail.com

 

Celebración de esta jornada sacerdotal el pasado año. Foto: Óscar García Rodríguez

 

Orígenes de esta fiesta

La festividad de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote se institucionalizó en España en 1973 con la aprobación del papa San Pablo VI. Conocida en otros países como la “Jornada por la santificación de los sacerdotes”, esta celebración se ha fortalecido gracias al impulso de la congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote, una comunidad contemplativa dedicada a orar por la fidelidad de los sacerdotes y el aumento de vocaciones sacerdotales.

Los orígenes de esta fiesta se encuentran en la devoción al sacerdocio de Cristo, que siempre ha sido parte de la liturgia de la Iglesia. Sin embargo, tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, esta festividad recibió un nuevo impulso. José María García Lahiguera, entonces obispo auxiliar de Madrid y más tarde arzobispo de Valencia, junto con la Madre Mª Carmen Hidalgo de Caviedes, fundadores de las Oblatas de Cristo Sacerdote, fueron claves en la promoción de esta festividad desde su inicio.

En 1971, la Congregación para el Culto Divino aprobó los textos eucológicos de la fiesta, y en 1972, la Conferencia Episcopal Española estableció oficialmente esta celebración en el calendario litúrgico nacional, para celebrarse el jueves posterior a la solemnidad de Pentecostés.

 

 

 

 

 

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