04/10/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
“Laudate Deum” (Alaben a Dios), es el título de la nueva exhortación apostólica del papa Francisco que se ha hecho pública este miércoles, 4 de octubre, en la fiesta de San Francisco de Asís, y coincidiendo con el inicio de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Un texto que completa y actualiza a la encíclica Laudato Si’, publicada en 2015, y que ofrece una guía completa para enfrentar la emergencia climática que amenaza al planeta. Para el Santo Padre, el compromiso con el cuidado de la casa común brota de la fe cristiana.
La exhortación apostólica “Laudate Deum” se estructura en seis capítulos y setenta y tres puntos, en los que el pontífice, además de aclarar y completar el anterior texto sobre la ecología integral, lanza una voz de alarma y una llamada a la corresponsabilidad ante la emergencia del cambio climático, antes de que sea demasiado tarde.
En el primer capítulo, titulado “la crisis climática global”, Francisco advierte que el cambio climático es innegable y sus efectos se hacen cada vez más evidentes “a pesar de algunos intentos de minimizarlos o ridiculizarlos”. Además, lamenta que la principal causa de este problema es la actividad humana.
El segundo capítulo aborda el “paradigma tecnocrático” y subraya que la naturaleza no es un recurso a explotar sin fin, por lo que exhorta a reconocer que la ambición desmedida no es sostenible éticamente.
En el tercer capítulo, Francisco se refiere a “la debilidad de la política internacional” y destaca la urgente necesidad de la cooperación global a través de nuevos acuerdos multilaterales entre los Estados porque los enfoques actuales y pasados son insuficientes.
En el cuarto capítulo reflexiona acerca de “las conferencias sobre el clima: avances y fracasos” y alienta a superar las posturas egoístas de los países en beneficio del bien común.
En el quinto capítulo se detiene en la próxima Conferencia sobre el Clima, la COP28 que se celebrará en Dubai a finales del mes de noviembre. “Esta Convención puede ser un punto de inflexión, que muestre que todo lo que se ha hecho desde 1992 iba en serio y valió la pena, o será una gran decepción y pondrá en riesgo lo bueno que se haya podido lograr hasta ahora”, afirma el Papa. Por ello, confía que las personas que van a intervenir en esta convención “puedan ser estrategas capaces de pensar en el bien común y en el futuro de sus hijos, más que en intereses circunstanciales de algunos países o empresas”.
En el último capítulo, “las motivaciones espirituales”, el Santo Padre hace un llamado a las personas de todas las confesiones religiosas a reaccionar.
Francisco concluye su exhortación invitando a todas las confesiones a caminar en comunión y compromiso para atajar juntos la emergencia climática. “Invito a cada uno a acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga, y a embellecerlo con el propio aporte, porque ese empeño propio tiene que ver con la dignidad personal y con los grandes valores”, manifiesta. Sin embargo, añade que “no puedo negar que es necesario ser sinceros y reconocer que las soluciones más efectivas no vendrán sólo de esfuerzos individuales sino ante todo de las grandes decisiones en la política nacional e internacional”.
DESCARGA EL TEXTO ÍNTEGRO DE LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA “LAUDATE DEUM”