15/04/2021
“La vida nos regala gente buena que nos hace sentir siempre bien. Lo único que queda en el recuerdo es cuánto bien hemos hecho en la vida”, estas palabras, pronunciadas por el P. Marcos Teófilo Trujillo Reaño en 2016, hoy resuenan con fuerza en la Congregación de Oblatos de San José a la que pertenecía, y en el arciprestazgo Virgen Peña de Francia, donde lloran la pérdida de este sacerdote que durante seis años ejercició su ministerio en varios pueblos de la Sierra de Francia, y donde le recuerdan con gran cariño.
El P. Marcos ha fallecido en Perú, a la edad de 51 años, víctima de coronavirus. Así lo ha comunidado, “con gran pesar, pero con la esperanza en la Resurrección”, la comunidad de religiosos. La Diócesis de Salamanca eleva una oración de acción de gracias por su vida y el servicio pastoral que desempeñó a lo largo de esos seis años en la diócesis, a la que llegó en septiembre en 2012, junto con otros dos Oblatos de San José, los padres Manuel Villanueva y Pablo Loarte, para establecer en Linares de Riofrío la primera casa de la congregación en España.
Procedentes de Perú, estos religiosos tuvieron el encargo por parte del obispo de animar la pastoral tanto de Linares como del Arciprestazgo Virgen de la Peña de Francia, trabajando estrechamente con el sacerdote Juan José Regalado, párroco de Linares, los sacerdotes del arciprestazgo, y la comunidad de Hijas de la Caridad.
Concretamente, el P. Marcos fue vicario parroquial de Linares de Riofrío, Sandomingo del Campo, Alberguería de la Herguijuela, Herguijuela del Campo y La Sierpe. Más adelante, el obispo le encomendaría las parroquias de Horcajo de Montemayor, Colmenar, Pinedas, Valbuena, Aldearcipreste, Valdehijaderos, Valdelageve, Lagunilla y Montemayor del Río. Hasta que en 2018 regresó a su país.