02/06/2022
SERVICIO DIOCESANA DE COMUNICACIÓN
En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Tordillos, su pueblo natal, Ciriaco García se inició en el camino de la fe. Allí se bautizó, hizo la primera comunión, las labores de monaguillo…, se confirmó. Y en ese templo celebrará su primera eucaristía tras su ordenación como presbítero de este domingo, 5 de junio, en la Catedral Vieja. Como lema para su ordenación sacerdotal, Ciriaco ha escogido la cita del evangelio de Juan 20, 21: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Este joven, de 34 años, confiesa su timidez, pero su trato cercano ha dejado sus huellas en aquellas parroquias donde ha realizado su tarea pastoral durante sus años de formación, como en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, Carbajosa de la Sagrada, Ledesma y Alba de Tormes.
Ciriaco García es el mayor de tres hermanos, y Tordillos marcó su infancia y juventud, donde contaba con un grupo grande de amigos, como él mismo relata en su pueblo, “con los que he compartido la vida, los estudios, las alegrías y también las penas”. Y con los que compartió la llamada del Señor a ser sacerdote y su entrada en el seminario en 2015. “Me dijeron que mucho había tardado”, comenta García.
Su etapa de instituto la realizó en Peñaranda de Bracamonte, y en Zamora, los estudios de Arquitectura Técnica en la Universidad. “En ese momento es cuando recibo la Confirmación, y empiezo a formar parte del grupo de jóvenes del Arciprestazgo de Peñaranda, donde empezamos, primero reuniéndonos en torno a la oración y compartir la vida, y después, atendiendo también a diversas necesidades, como los niños de poscomunión, el campamento o las convivencias”.
Para este joven diácono, desde el pasado 11 de julio, “es muy grato ver como jóvenes y niños que hemos visto crecer, forman parte de ese grupo y continúan en el camino de seguir transmitiendo a Jesús a los más pequeños”.
En cuanto a su vocación, asegura que la decisión de entrar en el seminario, “no surge de un día para otro, sino que es algo que se va forjando a lo largo de los años”. Ciriaco García reconoce que en parte, “gracias al acompañamiento de los sacerdotes y de distintos compañeros, uno va viendo qué es lo que quiere el Señor en su vida, qué es lo que le va pidiendo, y cómo esta llamada que hace el Señor cada vez es más fuerte”.
Cada vez lo fue viendo más claro, según detalla, “y doy ese paso de entrar en el seminario, y en mi caso fue en los últimos años de estudio de la Universidad, donde esa llamada empezaba a ser más fuerte”. Ciriaco relata cómo sus amigos se lo planteaban, “y ahí es cuando empieza el camino en el seminario, y ver si realmente es este el camino el que Dios ha elegido para mí“.
Además, reconoce que a medida que pasan los años, sus estudios de Teología en Salamanca, y el trabajo en distintas parroquias, “es donde he ido descubriendo con más fuerza esa llamada, esta misión y esta vocación que el Señor me hace a mí”.
En cuanto a su etapa pastoral durante sus años de formación, comenzó en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, “compartiendo allí la vida y la misión con otros compañeros catequistas”; o en la parroquia de Carbajosa de la Sagrada, “compartiendo la misión con jóvenes que querían seguir al Señor en los grupos de Confirmación”, y el último curso antes de la pandemia, estuvo en la zona de Ledesma, “conociendo la realidad de cómo es atender 22 pueblos“. En la actualidad, una vez terminados los estudios, fue enviado a Alba de Tormes, donde comparte “la vida, la oración y los dones con dos compañeros, Emilio Vicente y Paco Buitrago, en la tarea de catequesis de evangelización, de visita a enfermos, de atención a las residencias, de los sacramentos, y conociendo lo que es la vida parroquial y cómo va a ser el futuro ministerio”.
Su primera misa la celebrará el día 11 de junio, víspera de la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la iglesia de Tordillos, a las 18:00 horas, donde se cumplirá con la tradición de colocar una bandera blanca en la torre del campanario del templo parroquial, un símbolo que anuncia que uno de los miembros de la comunidad parroquial ha sido ordenado sacerdote, “que colocarán mis amigos y mis hermanos. En ese templo se inició su camino de fe desde el Bautismo, “de encuentro con el Señor, hasta el día de hoy, donde he ido madurando mi fe y recibiendo los sacramentos de iniciación cristiana y descubriendo la vocación a la que el Señor me llamaba”.
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